El Papa Francisco presidió este domingo en la basílica de San Pedro la misa por los 200 años de la creación del cuerpo de la Gendarmería del Vaticano, que actualmente cuenta con unos 130 agentes.

La misa estaba programada en la Gruta de Lourdes en los Jardines, pero debido a una fuerte lluvia en la mañana, fue realizada en la basílica.

El Pontífice expresó su orgullo por la honestidad de la Gendarmería “ante las tentaciones de quienes les quieren comprar”, a pesar de ser “tantas veces mal pagados”. Les agradeció el trabajo que realizan desde hace dos siglos, incluso arriesgando la propia vida.

Una parte de la gendarmería en uniforme de gala se encontraba en el ala izquierda de la basílica y también  representantes de diversas policías de Italia, del mundo y de varias fuerzas del orden, además de embajadores y representantes diplomáticos.

Presidía la ceremonia una imagen de San Miguel Arcángel, patrono de la Gendarmería, puesta en el lado derecho del baldaquino del Bernini. 

El Santo Padre señaló que las lecturas bíblicas de este domingo nos presentan tres tipos de personas: el explotador, el estafador y el hombre fiel.

El explotador es aquél de quien nos habla el profeta Amos, “una persona que está tomada por la manía de la ganancia, hasta el punto de probar fastidio e irritación en los días litúrgicos de reposo, porque quiebran el ritmo frenético del comercio”.

Una persona cuya “única divinidad es el dinero, y su actuar está dominado por el fraude y la explotación”. Para quienes los pobres e indigentes tienen un precio igual a un par de sandalias. “Lamentablemente es un tipo humano que se encuentra en cada época, también hoy” aseguró.

“El estafador es el hombre infiel, del que nos habla el Evangelio con la parábola del administrador deshonesto”, señaló el Papa. Y se interrogó ¿cómo pudo haber llegado al punto de estafar a su patrón?

“De un día a otro no, poco a poco, quizás dando un día un regalo aquí, el otro día un soborno allá, y así poco a poco se llega a la corrupción”.

El Pontífice ha señalado que en la parábola, el patrón alaba al administrador deshonesto por su astucia, pero es una astucia mundana y fuertemente pecadora. “Existe en cambio una astucia cristiana” y consiste en “hacer las cosas con inteligencia, sin el espíritu del mundo, honestamente”.

En cambio el perfil del hombre fiel fue indicado en la segunda lectura, “Es un hombre de oración, reza por los otros y confía en la oración de los otros para poder tener una vida calma y tranquila, digna y dedicada a Dios”.

Francisco señala que “también el Evangelio nos habla del hombre fiel: uno que sabe ser fiel, sea en las cosas pequeñas que en las grandes” y con una opción final “nadie puede servir a dos señores, porque odiará uno y amará al otro, o se afeccionará a uno y despreciará al otro”.

Dirigiéndose así a los gendarmes les interrogó ¿Cuál es vuestra tarea? “Se trata de evitar que se realicen cosas malas como las del explotador y la del estafador, y de defender y promover la honestidad”.

“Y tantas veces mal pagados” les dijo el Papa, y por ello “les agradezco por vuestra vocación, agradezco por el trabajo que hacen. Sé que tantas veces tienen que luchar contra las tentaciones de quienes les quieren comprar. Me siento orgulloso de saber que su estilo es decir: No, esto no se puede”.

“Les agradezco por este servicio de dos siglos y deseo para todos ustedes que la sociedad, el Estado y la Ciudad del Vaticano, desde el último hasta el máximo reconozcan vuestro servicio”, que incluso dijo, les lleva a “arriesgar la propia vida”. Y concluyó: “Que el Señor les sostenga en este servicio y Nuestra Señora, Virgen Fiel les acompañe”.


La Gendarmería fue creada por Pío VII en 1816. En 1970 Pablo VI disolvió el cuerpo y todos los cuerpos militares vaticanos, excepto la Guardia Suiza Pontificia. La vigilancia quedó a cargo de una Oficina Central de Vigilancia, a la que se atribuyeron, además de las competencias generales de vigilancia y de procurar el cumplimiento de las leyes, reglamentos y ordenanzas de las autoridades del Estado, las funciones de policía de seguridad del Estado y de vigilancia de las personas y cosas que en él se encontraran, de policía judicial y de policía de circulación.

En 2002 se volvió a instaurar el nombre de Cuerpo de la Gendarmería del Estado de la Ciudad del Vaticano. Ee año Juan Pablo II instituyó, entre otras, la Dirección de los Servicios de Seguridad y Protección Civil, de la que dependen el Cuerpo de la Gendarmería y el Cuerpo de Bomberos, estableciendo que el Cuerpo de la Gendarmería:

- provee la seguridad y el orden público

- realiza las funciones institucionales de policía, comprendidas las de frontera, policía judicial y tributaria, para la seguridad de los lugares y de las personas, el mantenimento del orden público y la prevención y represión de reatos.