Mil quinientas personas necesitadas atendidas en los centros de las Misioneras de la Caridad en Italia

celebraron este domingo la canonización de la Madre Teresa de Calcuta con una pizza napolitana en Roma, por invitación del Papa Francisco. 

La comida tuvo lugar en el atrio del Aula Pablo VI del Vaticano. Muchos de los asistentes llegaron en autobús desde Milán, Bolonia, Florencia y Nápoles, en viajes nocturnos organizados por las religiosas en colaboración con el limosnero papal, Konrad Krajewski.

Sirvieron la comida unas 250 hermanas de la congregación fundada por Madre Teresa, 50 hermanos de la congregación masculina y algunos voluntarios. 

La comida la preparó una pizzería napolitana con un equipo de casi 20 personas y un equipamiento móvil que incluía 3 hornos. De postre, se sirvieron hojaldres napolitanos típicos. 

A la entrada, donde unos Guardias Suizos se aseguraban de que cada comensal tuviera su invitación, el diario Avvenire recogió la declaración de una de las invitadas, Josefina, una napolitana de 53 años: "Conocí a la Madre Teresa hace más de 20 años en el aeropuerto de Bucarest. Era una verdadera santa, me dio una medalla y me recomendó rezar a la Virgen, y bendijo a mi hija. Le hemos rezado para que despierte a una chica de un coma", explica. 

 En el vídeo, voluntarios, personal de la pizzería y algunos comensales