El Papa Francisco, a bordo del vuelo que le llevaba a Armenia, se ha pronunciado a propósito de dos importantes noticias recientes. Por un lado la paz firmada por el Gobierno de Colombia y las FARC y por otro sobre el resultado del referéndum en Gran Bretaña en el que se votaba si salir o no de la Unión Europea.
Poco después del despegue, el Pontífice se ha acercado a la parte trasera del avión para saludar a los algo más de 70 periodistas que le acompañan en el viaje, representando a muchos países y distintos medios de comunicación. Aunque no es el procedimiento habitual responder preguntas en el viaje de ida, el padre Federico Lombardi, director de la oficina de prensa de la Santa Sede, ha planteado al Papa dos cuestiones relacionadas con estos dos acontecimientos de gran relevancia a nivel internacional.
De este modo, el Pontífice ha asegurado sentirse “feliz” sobre la noticia del acuerdo de paz en Colombia. “Ha sido una buena noticia y deseo que los países que han trabajado para hacer la paz y que garantizan que esto vaya adelante, ‘blinden’ esto hasta tal punto de que nunca se pueda volver, ni desde dentro ni desde fuera, a un estado de guerra”, ha indicado.
Sobre el Brexit, el Santo Padre ha indicado que ha conocido el resultado estando en el avión ya que por la mañana en el Vaticano cuando leyó el periódico Il Messaggero los resultados aún no eran definitivos. De este modo ha observado que “ha sido la voluntad expresada por el pueblo y esto requiere de todos nosotros una gran responsabilidad para garantizar el bien del pueblo del Reino Unido y también el bien y la convivencia de todo el continente europeo”.
Y es que Reino Unido ha votado abandonar la Unión Europea en el referéndum celebrado este jueves, cuyo resultado ha sido un 51’9% a favor del Brexit frente a un 48,1% que ha elegido la permanencia. Como consecuencia, esta misma misma mañana, el primer ministro, David Cameron, ha anunciado que dejará su puesto tras el congreso que su partido celebra en octubre.
Y aunque la salida no será inminente, sí ha habido una respuesta inmediata en los mercados y la bolsa. La libra ha caído a niveles de 1985 y los parqués bursátiles marcan pérdidas que han llegado al 16% en el caso del Ibex 35.