Este viernes 24 de junio se inicia el viaje del Papa Francisco a Armenia, presentando como parte de un "viaje al Cáucaso en dos etapas", ya que en septiembre Francisco visitará Georgia y Azerbaiyán. Armenia y Georgia son países cristianos ortodoxos, mientras que Azerbaiyán es de mayoría musulmana.

La visita armenia estará llena de momento simbólicos que probablemente molestarán en el poderoso vecino turco. Un gesto simbólico tendrá lugar cuando Francisco suelte unas palomas en la frontera entre Armenia y Turquía, como signo de paz, junto al monte Ararat, donde según la Biblia se paró el Arca de Noé al bajar las aguas del diluvio.

En otro momento significativo, el Papa se reunirá con descendientes de supervivientes del genocidio de los turcos contra los armenios y asirios, descendientes de supervivientes que visitaron hace un siglo a Benedicto XV y fueron alojados en Castel Gandolfo. El encuentro se llevará a cabo durante la visita que el Papa hará al Complejo Memorial Tzitzernakaberd, que conmemora el genocidio de 1915, situado en las afueras de la capital armenia, Erevan.

Acompañado de niños con fotos del genocidio, del presidente Sargsyan y del líder de la iglesia apostólica armenia, el Katolikós Karekin II, el Papa recorrerá el Memorial y colocará una corona de flores, recitará una oración y plantará un árbol en el lugar.

Turquía protesta cada vez que algún país habla de "genocidio" contra los armenios, y asegura que los armenios que murieron hacia 1915 lo hicieron por enfermedades, la carestía de la Guerra Mundial o en algún incidente aislado.

Los historiadores de prácticamente todo el mundo -excepto los turcos- coinciden en que el Gobierno de los Jóvenes Turcos desarrolló un plan sistemático y cruel para hacer morir a buena parte de la población cristiana del país.

El padre Lombardi, al presentar el viaje, usó el término "Medz Yeghern", "Gran mal", que es el usado por los armenios. Luego recordó que en la declaración conjunta firmada por Juan Pablo II y el Katolikós Karekin I, mencionada en 2015 por Francisco, ya se hablaba de genocidio. 

El Papa llegará el viernes al aeropuerto de Ereván pero, en lugar de dirigirse a la capital, se desplazará a Etchmiadzin, el complejo monástico conocido como «el vaticano armenio», de la Iglesia Apostólica de Armenia, donde recibirá el saludo del patriarca Karekin II. 


Armenia se suele enorgullecer de ser el primer país cristiano, pues su rey Tiridates se bautizó con todos sus súbditos el año 301, décadas antes de que Roma proclamase los edictos de libertad religiosa.

Probablemente el Papa también efectúe algún gesto que busque la reconciliación de Armenia con su vecino musulmán, Azerbaiyán. Están enfrentados por la región fronteriza de Nagorno- Karabakh, un territorio armenio que Stalin encuadró en la república azerí en 1923. Hace unos meses se repitieron las escaramuzas y disparos en la región.

El sábado Francico visitará Gyumri, una ciudad con más presencia católica, donde celebrará la misa en la nueva catedral y visitará un convento-orfanato dirigido por las Hermanas de la Inmaculada Concepción. El programa del sábado por la tarde, ya en la capital, incluye un encuentro de oración ecuménica por la paz con decenas de miles de personas en la plaza de la Republica.

Francisco asistirá el domingo a la divina liturgia celebrada por el patriarca Karekin II, quien le acompañará por la tarde al histórico monasterio de Khor Virap, para rezar por la paz y soltar dos palomas frente a la frontera con Turquía y las estribaciones del majestuoso Monte Ararat.


Armenia cuenta con algo menos de 3 millones de habitantes. La inmensa mayoría pertenecen a la Iglesia Apostólica nacional, que mantiene buenas relaciones con la Iglesia católica. Los católicos son aproximadamente un 9 o 10%, con unas 20 parroquias y 280.000 fieles. Los católicos cuentan con una sola diócesis, 27 sacerdotes, 20 religiosas y unos 70 seminaristas. La Iglesia católica mantiene un hospital, 20 ambulatorios y 5 hogares para ancianos o discapacitados.