El gran tema del que Francisco predicó en la Eucaristía fue la la victoria de Dios sobre el dolor y la muerte. «Es el Evangelio de la esperanza que surge del Misterio Pascual de Cristo, que se irradia desde su rostro, revelador de Dios Padre y consolador de los afligidos», recordó, reflexionando luego sobre la primera lectura y el Evangelio del día, que nos presentan dos signos prodigiosos de resurrección, el primero obrado por el profeta Elías, el segundo por Jesús, en el que se revela plenamente la ternura de Dios.
«Dame a tu hijo», son las palabras que resuenan en ambos casos. Los muertos son hijos muy jóvenes de mujeres viudas - la viuda de Sarepta y la viuda de Naín - que son devueltos vivos a sus madres.
Francisco explicó que ante la muerte Dios no nos dice "arréglatelas" sino que nos dice "dámela". El Papa dijo asimismo que «una especie de resurrección es la del Apóstol Pablo, que de enemigo y feroz perseguidor de los cristianos se convierte en testigo y heraldo del Evangelio».
Procesión de entrada en la canonización
«Y también con los pecadores, a todos y cada uno, Jesús no cesa de hacer brillar la victoria de la gracia que da vida. Dice a la Madre Iglesia: «Dame a tus hijos», que somos todos nosotros. Él toma consigo todos nuestros pecados, los borra y nos devuelve vivos a la misma Iglesia. Y esto sucede de modo especial durante este Año Santo de la Misericordia», señaló el Papa, subrayando que «la Iglesia nos muestra hoy a dos hijos suyos que son testigos ejemplares de este misterio de resurrección».
El pasado 21 de enero la Santa Sede aprobó el milagro atribuido a la intercesión del Beato Estanislao de Jesús y María Papczynski (16311701), fundador de la Congregación de los Clérigos Marianos de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María (www.padrimariani.org). Esta congregación tiene unas 60 casas en 10 países y 500 miembros, de los que 345 son sacerdotes.
Retrato histórico del padre Estanislao de finales del siglo XVII
El milagro fue la curación milagrosa completa en 2007 de los pulmones de de una joven polaca de 20 años a la que ya habían retirado el tratamiento y esperaban que muriese (ReL lo contó con detalle aquí).
Estanislao fue testigo en el siglo XVII de miles de muertes en los campos de batalla y también de plagas. Como capellán de las tropas polacas durante la guerra contra Turquía en Ucrania en 1674, estaba profundamente triste al ver cómo tanta gente moría sin tiempo para prepararse para su encuentro con Dios.
Además tuvo visiones de las almas del Purgatorio y desde entonces no paró de pedir oraciones y penitencia. En ese sentido, ofrecer sus vidas por las almas del Purgatorio sigue siendo uno de los carismas de la congregación que fundó en 1673 y que es la primera orden de hombres dedicada a la Inmaculada Concepción.
La historia de Isabel Hesselblad la contamos en ReL en detalle aquí.
Educada en una familia piadosa que cada domingo acudía al culto luterano en Suecia, en 1888 llegó como inmigrante a EEUU. Allí conoció la devoción mariana de los obreros inmigrantes irlandeses y la entrega de los sacerdotes católicos que atendían a moribundos.
Después, en un viaje en Bruselas, contemplando una procesión, vio al obispo alzar el Santísimo ante la puerta de la catedral y tuvo una experiencia mística. "Mi atormentada alma se llenó de repente de dulzura y oí una voz, que parecía proceder a un mismo tiempo del exterior y del fondo de mi corazón, y que me decía: «Yo soy el que buscas». Y caí de rodillas... Estando allí, detrás de la puerta de la iglesia, realicé mi primera adoración ante nuestro divino Señor presente en el Santísimo Sacramento». Esta fue la experiencia mística y eucarística que abrió en su alma la lucha por acercarse a la fe católica plena.
Santa Elisabet Hasselblad, en los últimos años de su vida.
En 1920, fundó la "Orden del Santísimo Salvador", popularmente llamadas hoy "las brigidinas". En 1923 sus religiosas llegaron a Suecia: las primeras católicas con hábito en el país desde el siglo XVI. Durante la Segunda Guerra Mundial sus conventos en Italia se llenaron de prófugos, judíos, refugiados aliados y otras personas que huían de los soldados del Tercer Reich.