Scholas Ocurrentes es un proyecto de alcance mundial que nació en agosto de 2013 cuando el Santo Padre entregó a los futbolistas Lionel Messi y Gianluigi Buffon un olivo de la paz. Pero su embrión surgió en Argentina, cuando el actual Pontífice era arzobispo de Buenos Aires.
El Santo Padre recordó el origen de Scholas Occurrentes y que “no se trata de proselitismo religioso” y señaló su confianza de que los jóvenes puedan hacer mucho, como los 27 proyectos que presentaron en Madrid. “Pero les recomiendo -dijo- que escuchen a los viejos porque tenemos más experiencia’.
Elogió también la capacidad de expresarse a través del arte que tiene un chico y que en ese sentido el juego es creativo. Indicó además la importancia de que la educación tenga costos accesibles, y lamentó del peligro de aprovecharse de los subsidios.
En el acto con el Papa, estuvieron presentes el ex jugador brasileño Ronaldinho, su colega costarricense Bryan Luiz, el presidente de la Liga Española de Fútbol, Javier Tebas, y el presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), Alejandro Dominguez. También participaron seis estudiantes españoles de Madrid, tres de ‘presión social’ y otros tantos de sistema educativo además de sus progenitores y docentes.
La delegada episcopal de enseñanza de la diócesis de Madrid, Inmaculada Florido, le explicó a ZENIT que “estos estudiantes le explicarán al Santo Padre su experiencia en el congreso de una semana en la capital de España, que realizaron unos 260 jóvenes que se reunieron en el colegio La Salle del Sagrado Corazón, y profundizaron dos temas, la presión social: el acoso escolar, la presión en las redes etc. y otro grupo que se especializó en deficiencias del sistema educativo”.
Ellos hicieron peticiones concretas a los consejeros de educación, asuntos sociales y familia. Y al arzobispo Osoro. Los seis jóvenes delegados de 4º año superior, son tres de ‘presión social’ y otros tantos de ‘deficiencia del sistema educativo’.
Esta entidad educativa vincula la tecnología, el arte y el deporte para fomentar la integración social y la cultura del encuentro. Trabaja con escuelas y comunidades educativas, tanto públicas como privadas, de todas las confesiones religiosas, y conecta a más de 400 mil escuelas y redes educativas en más de 71 países de los cinco continentes, buscando el compromiso de todos los actores sociales.