“El Jubileo es todo un año en el que cada momento es llamado santo, para que toda nuestra existencia sea santa. Es una ocasión para descubrir que vivir como hermanos es una gran fiesta, la más hermosa que podamos soñar, la celebración sin fin que Jesús nos ha enseñado a cantar a través de su Espíritu”. Son palabras del Santo Padre en su mensaje para el Jubileo de los Adolescentes de 13 a 16 años, en el marco del Año de la Misericordia, que se celebrará del 23 al 25 de abril de este año.
“Crecer misericordiosos como el Padre” es el título del mensaje en el que el Santo Padre recuerda a los jóvenes que la “Iglesia está viviendo el Año Santo de la Misericordia, un tiempo de gracia, de paz, de conversión y de alegría que concierne a todos: grandes y pequeños, cercanos y lejanos”. Asimismo les asegura que “no hay fronteras ni distancias que puedan impedir a la misericordia del Padre llegar a nosotros y hacerse presente entre nosotros”.
De este modo, el papa Francisco les explica que este tiempo precioso también les atañe a ellos y les invita “a participar en él, a ser protagonistas, descubriendo que sois hijos de Dios”.
El Jubileo es la fiesta a la que Jesús invita a todos, sin distinciones ni excepciones, ha asegurado el Papa. Además, les recuerda que “crecer misericordioso significa aprender a ser valiente en el amor concreto y desinteresado, comporta hacerse mayores tanto física como interiormente”.
El Pontífice también les indica que “vuestra edad es una etapa de cambios increíbles, en la que todo parece posible e imposible al mismo tiempo”. Por eso, les reitera, “permaneced estables en el camino de la fe con una firme esperanza en el Señor. Aquí está el secreto de nuestro camino. Él nos da el valor para caminar contra corriente”.
Sin olvidarse de los chicos y chicas que viven en situaciones de guerra, de pobreza extrema, de penurias cotidianas, de abandono, les ha pedido que no pierdan la esperanza, “el Señor tiene un gran sueño que quiere hacer realidad con vosotros”, ha asegurado. Al respecto, les pide que no crean en “las palabras de odio y terror que se repiten a menudo” y que construyan “nuevas amistades”. El Santo Padre les exhorta a ofrecer su tiempo, a preocuparse siempre de quienes les piden ayuda, a ser valientes e ir contracorriente, a ser amigos de Jesús.
Francisco sabe que no todos podrán venir a Roma, por eso les recuerda que “el Jubileo es verdaderamente para todos y se celebrará también en vuestras iglesias locales. Todos estáis invitados a este momento de alegría. No preparéis sólo mochilas y pancartas, preparad especialmente vuestro corazón y vuestra mente”. Asimismo les pide que mediten bien los deseos que presentarán a Jesús en el sacramento de la Reconciliación y de la Eucaristía que celebrarán juntos.
Para concluir su mensaje, el Pontífice les dice que cuando atraviesen la Puerta Santa, recuerden que se comprometen a hacer santa su vida, a alimentarse del Evangelio y la Eucaristía, “que son la Palabra y el Pan de la vida, para poder construir un mundo más justo y fraterno”.