Ante la crisis migratoria que se está viviendo en Europa, el papa Francisco, en el ángelus del 6 de septiembre de 2015, pidió a las parroquias, a las comunidades religiosas, a los monasterios y a los santuarios de todo el continente acoger a familias de refugiados, en preparación al Jubileo de la Misericordia.
En ese mismo momento anunció que así lo iban a hacer en los próximos días en las dos parroquias del Vaticano, Santa Ana y la Basílica de San Pedro.
Pocos días después, el 19 de septiembre, la familia de refugiados siria, formada por padre, madre y dos hijos, hospedada por la parroquia vaticana de San Ana en una casa cercana a San Pedro, quiso dar las gracias personalmente al Santo Padre por la acogida recibida.
De este modo, esa mañana, la familia fue a Santa Marta acompañados por el limosnero pontificio, monseñor Konrad Krajewski, para visitar al papa Francisco y desearle buen viaje, ya que ese día iniciaba su visita apostólica a Cuba y Estados Unidos.
Ahora se ha dado a conocer la situación de la familia acogida por la parroquia de la Basílica de San Pedro, a la que han hospedado en un apartamento en la zona de la Via Gregorio VII.
Se trata de una familia eritrea, compuesta por madre con cinco hijos; 3 están en el apartamento con ella y dos están aún en Etiopía en un campo de refugiados. La comunidad de San Egidio está trabajando para que lleguen a Italia a finales de mes o en las próximas semanas.
El hijo más pequeño, de apenas unos meses, nació en Noruega, donde llegó la familia y desde donde se la envió a Italia por la Convención de Dublín. Además, en este mismo apartamento, vive una amiga de la mujer, una joven eritrea con su hijo.