Esta mañana la sala del Augustinianum estaba llena para la presentación del libro-entrevista de Andrea Tornielli con el Papa Francisco El nombre de Dios es Misericordia, publicado simultáneamente por 21 editores (en España, Planeta Testimonio) en 86 países.

En la presentación, moderada por el padre Federico Lombardi, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, participaron, entre otros, el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado vaticano, don Giuseppe Costa (Lev) y Zhang Agostino Jianqing, un recluso chino de la cárcel de Padua que contró su encuentro con la Misericordia de Dios.




"Soy de familia de tradición budista", explicó: "En 1997, cuando tenía 12 años, llegué a Italia con mi padre. Estudiaba, pero me aburría en la escuela, me escapaba, era cada vez peor persona, discutía con mis padres porque no me daban dinero para divertirme". Fue adquiriendo así un carácter "violento y superficial", dijo Zhang Agostino Jianquing, subrayando que se había centrado en "los bailes, el dinero y las chicas". Sin entrar en detalles, el hombre relató luego que fue condenado a 20 años de cárcel. Una vez en prisión, ahora en Padua, se convirtió al cristianismo, gracias sobre todo a la intervención de su madre.

"Ayer, cuando Agostino visitó al Papa, le dio una foto suya con sus amigos y hermanos de la cárcel, firmada y dedicada al Papa, y el Papa respondió con una bellísima dedicatoria donde afirma que está cerca de ellos, que reza por ellos y que les pide que recen por él", contó para cerrar el padre Federico Lombardi, portavoz vaticano.


Se esperaba la intervención de Roberto Benigni, que inicialmente bromeó: "De pequeño quería ser Papa".

El cómico toscano visitó ayer a Francisco, y contó su emoción ("me sentía Zaqueo") antes de hacer su personal reseña del libro: "El quicio del pontificado de Francisco es la misericordia, que no debe confundirse con la piedad. La misericordia incluye la alegría, la facilidad para perdonar. Y la alegría es el gran secreto del cristianismo".



El Evangelio favorito de Benigni es el de San Marcos, y ahí el primer milagro de Jesús es la curación de la suegra de Pedro, quien después "le preparó una comida". A Jesús se le podría llamar "el sí de Dios". "La vida es una lucha entre el amor y el no-amor, y la frase más elevada en la historia de la humanidad es la que invita a amar a los enemigos", continuó Benigni.

El cómico toscano se preguntó luego hacia dónde camina el Papa Francisco, con su caminar incansable: "Está llevando consigo a toda la Iglesia hacia el cristianismo, la lleva tras de sí. En medio del dolor del mundo, está buscando la misericordia. En un mundo irreconocible, que quiere el miedo y la condena, Francisco responde con la misericordia, con el dolor".

Benigni habló del misterio de Dios que quiere sufrir, porque "el dolor es el lugar de la solidaridad entre Dios y el hombre". En el libro se dice que "todo acto de amor de misericordia es una resurrección, y todo acto de codicia es una muerte". Por último, Benigni leyó algunas páginas del libro, escogiendo aquellas en las que el Papa habla del pecado y del perdón de Dios.

En el libro el Papa afronta el tema de la misericordia a través de su experiencia personal como sacerdote y como pastor, y presenta las razones del Jubileo extraordinario que ha decretado. El título del libro es un autógrafo del Papa en italiano, inglés, francés, alemán, español y portugués.

Publicado en Avvenire.


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Título: El nombre de Dios es Misericordia Ocio Hispano
Autor: Papa Francisco (con Andrea Tornielli)  
Editorial: Planeta Testimonio  
Páginas: 150 páginas  
Precio 17,90 €