El Santo Padre Francisco recibió este sábado por la mañana en audiencia en el Vaticano, a los dirigentes, empleados y familiares, del Banco de Crédito Cooperativo de Roma, quienes le recibieron en el Aula Pablo VI con manifestaciones de gran entusiasmo.
En el mes de febrero pasado el Papa encontró a los representantes de otros institutos de crédito acompañados también por sus familias.
El Santo Padre aseguró que el motivo de estos encuentros “es porque la Iglesia conoce bien el valor de las cooperativas” y recordó que “en el origen de estas hay muchos sacerdotes y laicos empeñados” que se encuentran “en comunidades empeñadas en el espíritu de solidaridad cristiana.
Este tipo de iniciativa, añadió el Pontífice, está en los documentos sociales de la Iglesia y “en la encíclica Laudato Si´ he subrayado su valor en el sector de las energías renovables y de la agricultura.
Así el Santo Padre les invitó a:
-seguir siendo un motor de desarrollo para la parte más débil de la comunidad local y de la sociedad civil, en particular los jóvenes sin trabajo y en quienes apuntan al nacimiento de nuevas empresas cooperativas;
-Ser protagonistas al proponer y realizar nuevas soluciones que favorezcan el bienestar social, y en el sector sanitario;
-preocuparse de la relación entre economía y justicia social, manteniendo en el centro la dignidad y el valor de la persona;
-facilitar la vida de las familias y proponer soluciones cooperativas en las que manda el hombre sobre el capital y no el capital sobre el hombre;
-como fruto de todo esto hacer crecer la economía honesta, difundir el valor de la honestidad;
-y participar activamente en la globalización, para que exista una globalización de la solidaridad.
El Papa insistió también en el principio de la subsidariedad y les agradeció también los recursos que destinan a la beneficencia y a la mutualidad.
El santo padre Francisco al concluir les bendijo y les pidió: “Por favor no se olviden de rezar por mi”.