El Evangelio del día, correspondiente al capítulo 15 del Evangelio de San Juan, includía el "mandamiento nuevo" de Jesús: "Que os améis unos a otros como yo os he amado".

"Y, pensando en el sacrificio de la Cruz, ya inminente", comentó el Papa antes del rezo del Regina Coeli, "Jesús agrega: ´Nadie tiene un amor más grande que el que da la vida por los amigos´. Estas palabras pronunciadas durante la Última Cena resumen todo el mensaje de Jesús, resumen todo lo que Él hizo". Pero los amigos de Jesús "no le habían comprendido, y en el momento crucial le abandonaron, le tradicionaron y renegaron de Él. Esto nos dice que Él nos ama sin ser merecedores de su amor", subrayó Francisco.

Este mandamiento "es nuevo porque Él fue el primero en realizarlo, le dio cuerpo, y así la ley del amor está escrita de una vez para siempre en el corazón del hombre", escrita "con el fuego del Espíritu Santo". Así debemos caminar también nosotros, exhortó el Pontífice: "Es un camino concreto que nos lleva a salir de nosotros mismos para ir al encuentro de los demás. Jesucristo nos ha mostrado que el amor de Dios se actúa a través del amor al prójimo y que ambos van juntos".

Francisco subrayó que en el Evangelio todo tipo de personas "tuvieron un lugar en el corazón de Jesús", y que también "el amor cristiano" se manifiesta por encima de diferencias de opinión o de carácter: "Es un amor renovado por Su espíritu, un amor redimido, liberado del egoísmo, un amor que lleva a nuestro corazón la alegría".

"Es justo el amor de Cristo el que el Espíritu Santo derrama en nuestros corazones y hace cada día prodigios en el mundo, pequeños y grandes gestos que obedecen al mandato del Señor: ´Amaos como yo os he amado´. Son gestos de acercamiento a un anciano, a un niño, a un enfermo, a una persona sola, sin hogar, sin trabajo, a inmigrantes, a refugiados... Gestos de proximidad", dijo, en los que se manifiesta "el amor que Cristo nos ha enseñado".

Tras el rezo del Regina Coeli, en el turno de saludos Francisco animó "a cuantos han tomado parte en la inciativa por la vida celebrada esta mañana en Roma: es importante colaborar juntos para defender y promover la vida".

Por último, y como en muchos países se celebra hoy el Día de la Madre, el Papa pidió "gratidud" y "afecto" hacia las madres, y pidió un aplauso para las presentes en la Plaza de San Pedro: "Que el Señor las bendiga y la Virgen las custodie".