La Oficina de Prensa de la Santa Sede informó que el Papa Francisco ha aceptado la renuncia como cardenal del arzobispo emérito de St. Andrews y Edimburgo (Escocia), monseñor Keith O’Brien. Solo el Santo Padre puede tomar este tipo de decisiones y la última vez que algo similar sucedió fue en 1927, hace 88 años.
Keith O’Brien renunció al cargo de Arzobispo de St. Andrews y Edimburgo en marzo de 2013, a la edad de 74 años, en medio de las acusaciones de los medios que señalaban que había tenido una conducta sexual desordenada con otros hombres en la década de 1980. La renuncia –que originalmente fue enviada al Papa en noviembre de 2012 señalando problemas de salud– fue aceptada por el Santo Padre y entró en vigor el 25 de febrero de 2013.
Luego O’Brien admitió que “ha habido ocasiones en las que mi conducta sexual ha estado por debajo de lo que se espera de mí como sacerdote, arzobispo y cardenal”.
Con la decisión del Papa, O’Brien ya no podrá participar de un eventual cónclave para la elección del siguiente Pontífice ni podrá colaborar del gobierno de la Iglesia al servicio del Santo Padre. Además deberá llevar una vida en la que no podrá participar de eventos públicos religiosos ni civiles.
Una situación similar se produjo en 1927 cuando el cardenal francés Louis Billot renunció al Colegio Cardenalicio luego de un acalorado encuentro con el Papa Pío XI. Su renuncia fue aceptada por el Pontífice ocho días después.
La decisión a la que ha llegado ahora el Papa Francisco se da luego de que enviara el año pasado al arzobispo Charles Scicluna de Malta a Escocia, cuya investigación conocen solamente el Santo Padre y O’Brien; y luego de una reunión entre ambos que además fue precedida por un tiempo de oración y penitencia.
En una declaración dada a conocer hoy, el actual arzobispo de Saint Andrews y Edimburgo, monseñor Leo Cushley, afirmó que “como mucha gente sabe, el Papa Francisco es un hombre de oración cuyo carácter encarna la justicia y la misericordia. Confío en que la decisión del Santo Padre es equitativa y proporcionada”: “La conducta del Cardenal O’Brien sorprendió a muchos, desmoralizó a los fieles católicos e hizo que la Iglesia fuera menos creíble para los no católicos. Por lo tanto acepto y recibo sus disculpas a aquellos afectados por esta conducta y también al pueblo de Escocia, especialmente a la comunidad católica... Por mi parte, me gustaría expresar mi tristeza y mi lamento a aquellos que se han visto más afectados por las acciones de mi predecesor”, escribió el arzobispo Cushley, que fue nombrado por el Papa Francisco en julio de 2013.
“Espero ahora que todos nosotros afectados por este triste y lamentable episodio abrazamos el espíritu de perdón, el único espíritu que puede curar cualquier amargura y herida que aún quede”, concluyó.
Artículo publicado en Aciprensa.