“Volver decididamente al camino de Jesús, el camino que conduce a la vida”, es según el Papa Francisco el significado de este primer domingo de Cuaresma.
Así lo explicó durante la hora del Ángelus ante una plaza de San Pedro repleta de fieles a pesar del mal tiempo.
Explicando el sentido de este tiempo litúrgico, el Obispo de Roma habló del periodo que pasó Jesús en el desierto, después de su bautismo en el río Jordán y la dura prueba que superó en soledad contra las tentaciones.
El desierto, recuerda Francisco, es un lugar donde se puede escuchar la voz del Señor, pero también la voz del tentador.
Por esto es importante, aseguró, conocer las escrituras, porque “de otra manera no sabemos responder a las trampas del maligno”.
Antes de rezar la oración mariana, el Pontífice encomendó a la Virgen la semana de ejercicios espirituales que comienza este domingo en la cual el Papa participará junto con sus colaboradores de la Curia Romana.
Finalmente, Francisco saludó detalladamente a algunas de las familias y grupos parroquiales llegados hasta la Plaza de San Pedro, y les anunció que se les entregaría un pequeño libro titulado “Custodia el corazón”, ya que “La Cuaresma es un camino de conversión que tiene como centro el corazón” y con él, explica el Obispo de Roma, tendrán la ayuda para la conversión y el crecimiento espiritual.
“La humanidad tiene necesidad de justicia, de paz, y sólo las podrán tener volviendo con todo el corazón a Dios, que es la fuente”, añadió.