El Papa Francisco ha nombrado al cardenal Jean‑Louis Tauran, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, como nuevo camarlengo.
Además, monseñor Giampiero Gloder, arzobispo titular de Telde y nuncio apostólico de la Pontificia Academia Eclesiástica, será el nuevo vice camarlengo.
De este modo, el cardenal Tauran sustituye al cardenal Tarcisio Bertone, quien deja el cargo al cumplir 80 años tal y como está estipulado; y monseñor Gloder sustituye a monseñor Pier Luigi Celata.
El camarlengo está al frente de la Cámara Apostólica. Es el organismo más antiguo de la Curia Romana. De él emanan los demás dicasterios.
En sede vacante tiene la autoridad prevista por la Constitución Apostólica «Pastor Bonus» («Sobre la Curia Romana») y el cardenal camarlengo, ayudado por otros miembros de la Cámara, dispone todo lo necesario para el bien de la Iglesia hasta que sea elegido un nuevo Sumo Pontífice.
Una de las funciones de la Cámara Apostólica es garantizar el correcto desarrollo del Cónclave. La muerte del Romano Pontífice produce desde ese momento la vacante de la Sede Apostólica y todos los dirigentes y miembros de los dicasterios cesan en el cargo, salvo el camarlengo de la Iglesia Romana y el Penitenciario Mayor, que atienden los asuntos ordinarios.
El camarlengo es el encargado de comprobar oficialmente la muerte del pontífice, sellar su estudio y habitación, disponer lo concerniente a la sepultura del pontífice, tomar posesión del Palacio Apostólico Vaticano y de los Palacios de Letrán y de Castelgandolfo, ejerciendo su custodia y gobierno.
Sin embargo, cuando está el Santo Padre, el Papa puede confiar a la Cámara Apostólica cualquier tarea que desee.