Sean O’Malley, cardenal de Boston y consejero cercano del Papa Francisco, afirmó que el Vaticano debe aplicar una política de tolerancia cero con los sacerdotes pedófilos y quienes los encubren.
La Santa Sede deberá “atender con urgencia” el caso del obispo Robert Finn, todavía en funciones en la diócesis de Kansas City-Saint Joseph pese a que fue declarado culpable, hace dos años de no denunciar un delito de pedofilia cometido por un sacerdote, declaró el cardenal a la cadena CBS.
La Iglesia es acusada de intentar ocultar estos problemas. Los obispos simplemente trasladan a los culpables de una parroquia a otra para no inquietar a sus superiores.
“El Papa Francisco es consciente” de estos problemas, indicó el cardenal en una entrevista que se emitirá mañana, de la que se han divulgado algunos extractos.
La Iglesia Católica de Estados Unidos aún no consigue limpiar su imagen tras el escándalo de pedofilia que involucra a varios de sus sacerdotes, que comenzó en los años 1980 y le ha costado casi tres mil millones de dólares en indemnizaciones.
O’Malley señaló que ya están “pensando en la idea de establecer protocolos, para saber cómo responder cuando un obispo no asegura la protección de los niños de su diócesis”.
Siguiendo los pasos de su predecesor, Benedicto XVI, Francisco preconizó desde el inicio de su papado la tolerancia cero contra la pedofilia, pero el Vaticano ha sido criticado en numerosas ocasiones por falta de iniciativa al respecto.
No obstante, en septiembre el Papa anunció el inicio de un juicio penal por pedofilia contra el antiguo nuncio en la República Dominicana, Josef Wesolowski, el primero de estas características en el Vaticano.