El ex nuncio apostólico en República Dominicana, Jozef Wesolowski, que ya no era clérigo sino laico tras su primer condena en el tribunal de la Doctrina de la Fe, ha sido arrestado este martes por la tarde.

El ex diplomático que ha presentado una apelación, ha perdido la inmunidad diplomática.

La Gendarmería del Vaticano lo llevó a una celda, después de ser notificado de las acusaciones. Las mismas se refieren a casos de abusos sexuales, cuando ejercía sus funciones diplomáticas en América Central.

Debido a su situación de salud, documentada, pasará ahora al arresto domiciliario.

El Vaticano en un comunicado de prensa añadió que todo esto se realiza en conformidad con las indicaciones dadas por el papa Francisco, que no quiere tardanzas en estos casos.

El director de la Oficina de prensa de la Santa Sede esta noche en un comunicado enviado a los medios de comunicación acreditados ha indicado: “El promotor de Justicia del Tribunal de primera instancia de la Ciudad-Estado del Vaticano, ha convocado al ex nuncio Mons. Wesolowski, por la acusación sobre cual ya se había iniciado una investigación penal”.

Y precisa que “el prelado, ya condenado en primer grado por la Congregación de la Doctrina de la Fe, había sido reducido al estado laical, tras un proceso administrativo penal canónico”.

Añade que “ahora fue notificado sobre las acusaciones del procedimiento penal a su cargo, por graves casos de abusos contra menores, sucedidos en la República Dominicana”.

“La gravedad de los cargos -prosigue el comunicado- indujo al Departamento de los investigadores, a tomar una medida restrictiva”. Precisa entretanto que, “de acuerdo a la situación sanitaria del imputado, comprobada por la documentación médica, la medida consiste en los arrestos domiciliares con las debidas limitaciones, en locales en el interior de la Ciudad-Estado del Vaticano”.

Y concluye: “La iniciativa tomada hoy por los órganos judiciales de Vaticano, sigue la voluntad expresa del papa Francisco, de manera que un caso tan grave y delicado sea enfrentado sin tardanzas, con el justo y necesario rigor, en las que las instituciones de la Santa Sede son conscientes de su responsabilidad”.