Durante 28 días, el Sínodo de los Obispos debatió sobre los jóvenes y la vocación en nuestros días. Como resultado, surgió un Documento Final de 60 páginas y 167 parágrafos, todos ellos aprobados por dos tercios de los obispos presentes en el aula. El Papa autorizó su publicación. En español, por ahora, circula solo una traducción no oficial. El documento oficial en italiano está aquí.
Nosotros hemos sintetizado los principales temas del documento en estas diez ideas clave.
1.- La Iglesia escuchará y acompañará a los jóvenes: requiere tiempo
El documento final constata que los jóvenes quieren ser “escuchados, reconocidos, acompañados” y desean que su voz sea “considerada interesante y útil en el campo social y eclesial”. El Sínodo reconoce que los clérigos muchas veces están ocupados en otras cuestiones que absorben su tiempo y les cuesta dedicar esta atención de acompañamiento cercano.
2.- La escuela católica y la parroquia, irreemplazables, han de ser misioneras
Las escuelas, universidades, colegios, oratorios, son entornos ideales para formar de manera integral a los jóvenes desde la visión cristiana. Los obispos del sínodo consideran irreemplazable el papel de estas instituciones, también para formar como ciudadanos que transforman el mundo. Escuelas y parroquias han de afrontar una fe diluida y las tendencias a expulsar lo religioso de la esfera pública. La parroquia, “Iglesia en el territorio”, necesita volver a pensar su vocación misionera e impactar en el área en la que se circunscribe.
3.- Las migraciones no paran: hay que “acoger, proteger, promover, integrar”
Las migraciones afectan mucho a los jóvenes, que tienen fuerzas e ímpetu para ir a otros países. El documento considera que las migraciones son "paradigma de nuestro tiempo”, algo estructural, no transitorio. Las comunidades receptoras se enfrentan al reto de “acoger, proteger, promover, integrar”, por usar las palabras del Papa Francisco.
4.- Contra los abusos: "rigurosas medidas de prevención" y "selección"
El documento incluye una reflexión sobre los “diferentes tipos de abusos” (de poder, económicos, de conciencia, sexuales) que hayan cometido laicos o clérigos en contextos de Iglesia. Causan un sufrimiento que “puede durar toda la vida y que ningún arrepentimiento puede remediar”. El Sínodo pide "rigurosas medidas de prevención que eviten su repetición, a comenzar de la selección y la formación de aquellos a quienes se les confiarán tareas de responsabilidad y educación”. Corrupción, clericalismo, falta de transparencia... agravaron los casos.
5.- Contra la cultura del descarte: defender la justicia
Muchos jóvenes vulnerables son "descartables" para la sociedad. El desempleo juvenil, las persecuciones y exclusiones étnicas, religiosas, económicas, la discapacidad... Frente a esta “cultura del descarte”, la Iglesia llama a la conversión y a la solidaridad.
6.- Los jóvenes pueden renovar la Iglesia
La juventud puede estar “más adelantada que los pastores” y por eso debe ser acogida, respetada, acompañada. Los jóvenes pueden ayudar a que la Iglesia se sacuda de encima “la pesadez y lentitudes”. Se menciona a “Jesús joven entre los jóvenes” y al testimonio de los santos, entre los cuales hay muchos jóvenes, profetas de cambio.
7.- ¿Cómo discernir tu vocación? Con mentalidad misionera
Según el documento, una “brújula segura” para la juventud es la misión. Darse uno mismo da felicidad auténtica y duradera. Con la verdad y la caridad, se gana libertad. Cada persona debe vivir su propia vocación específica en cada ámbito: profesión, familia, vida consagrada, ministerio ordenado y diaconado permanente.
8.- Sinodalidad
El documento habla del "dinamismo constitutivo de la sinodalidad", el "caminar juntos". Pero señala también que el discernimiento para las pastorales específicas dependen de cada país y diócesis.
9.- Luces y sombras de Internet, donde los jóvenes pasan sus horas
El documento compara lo digital con una “plaza” donde pasan los jóvenes mucho tiempo. Allí se les puede contactar, para lo bueno y lo malo. Allí pueden informarse y participar como ciudadanos. Pero también pueden sufrir allí nuevas formas de soledad, manipulación, explotación, violencia, cyberbullying y pornografía. El Sínodo invita a habitar el mundo digital e impregnarlo del Evangelio. El documento espera que se creen Oficinas y organismos de cultura y evangelización digital. Pide cosas concretas, como "sistemas de certificación de los sitios católicos, para contrarrestar la difusión de noticias falsas sobre la Iglesia”. También “políticas y herramientas para la protección de los menores en la red”.
10.- Sexualidad y afecto
El documento se detiene en retos modernos ligados a la sexualidad: la pornografía digital, el turismo sexual, la promiscuidad, el exhibicionismo en Internet (que puede usarse para chantajes y presiones)... Según el Sínodo "los jóvenes quieren confrontar explícitamente cuestiones relacionadas con la diferencia entre la identidad masculina y la femenina, la reciprocidad entre hombres y mujeres, la homosexualidad”. La Iglesia quiere ofrecer “la belleza de la visión cristiana" sobre el sexo y el cuerpo. El Sínodo pide “caminos formativos renovados” y “dar el justo valor a la castidad” para el crecimiento de la persona, “en todos los estados de vida”.
El 28 de octubre el padre Santiago Martín hacía un primer análisis sobre el Sínodo de los Jóvenes, recién finalizado