Tras la oración del Ángelus, Francisco pide oraciones por Irak y sus ciudadanos para que puedan "construir juntos su patria, haciéndola un modelo de convivencia".
Tras la oración del Ángelus de esta mañana en la plaza de San Pedro, el Papa ha pronunciado las siguientes palabras:
Queridos hermanos y hermanas,
Estoy siguiendo con gran preocupación los sucesos de estos últimos días en Irak. Os invito a todos a uniros a mi oración por la querida nación iraquí, sobre todo por las víctimas y por quien sufre más las consecuencias del aumento de la violencia, en particular por las muchas personas, entre los cuales muchos cristianos, que han tenido que dejar su casa.
Espero para toda la población la seguridad, la paz y un futuro de reconciliación y de justicia donde todos los iraquíes, sea cual sea su pertenencia religiosa, puedan construir juntos su patria, haciéndola un modelo de convivencia.
Rezamos a la Virgen, todos juntos por el pueblo iraquí: "Dios te Salve María..."
Quiero hoy anunciar que, acogiendo la invitación de los obispos y de las autoridades civiles albanas, acudiré a Tirana el domingo 21 de septiembre. Con este breve viaje deseo confirmar en la fe a la Iglesia en Albania y testimoniar mi aliento a un país que ha sufrido mucho tiempo a causa de las ideologías del pasado.
Y ahora os saludo a todos vosotros, queridos peregrinos presentes hoy: grupos parroquiales, muchos, familias y asociaciones. En particular saludo a los militares de Colombia, a los fieles venidos de Taiwán y Hong Kong, de Ávila y La Rioja en España, de Venado Tuerto en Argentina, de Cagliari, Albino, Vignola, Lucca y Battipaglia.
Saludo al Movimiento Pro Sanctitate, en el centenario del nacimiento del fundador, el Siervo de Dios Guglielmo Giaquinta: queridos amigos, os animo a llevar adelante con alegría el apostolado de la santidad. Saludos a los chavales de Casaleone que han recibido la confirmación y a los trabajadores del Grupo IDI Sanidad de Roma.
Un pensamiento especial va hoy a las colaboradoras domésticas y cuidadoras, que proceden de tantas partes del mundo y desarrollan un servicio precioso en las familias, especialmente en apoyo de los ancianos y de las personas no autosuficientes. Muchas veces nosotros no valoramos con justicia el gran y buen trabajo que hacen en las familias. Muchas gracias a vosotras.
A todos os deseo feliz domingo y buena comida. Y no os olvidéis de rezar por mí. ¡Hasta pronto!