Está previsto que este sea el tercer viaje internacional del pontificado de Francisco, donde además del encuentro con los jóvenes, presidirá la beatificación de 124 mártires coreanos.
Su primer viaje más allá de la frontera italiana desde que fue elegido sucesor de Pedro fue la Jornada Mundial de la Juventud a Río de Janeiro del 23 a 28 de julio de 2013. La segunda ocasión en la que realizará un viaje internacional será a Tierra Santa, previsto del 24 al 26 de mayo. Viaje que hace tan solo unos días fue reconfirmado por la Santa Sede ante las especulaciones sobre su suspensión a causa de la huelga del servicio diplomático israelí.
Cientos de monjas católicas en un encuentro de oración
por la paz y la reunificación junto a la peligrosa frontera
que separa Corea del Norte y del Sur
El Papa Juan Pablo II visitó Corea en dos ocasiones. La primera vez fue en un viaje que tuvo lugar del 2 al 12 de mayo de 1984, en esos 10 días estuvo también en Papúa Nueva Guinea, las Islas Salomón y Tailandia. La segunda vez fue en un viaje realizado del 6 al 16 de octubre de 1989, durante el cual visitó también Indonesia y las Islas Mauricio.
En el discurso del 3 de mayo de 1984, que el beato Juan Pablo II realizó en el aeropuerto de Seúl, afirmó que "también hoy el maravilloso florecer de la fe cristina en Corea promete enriquecer espiritualmente tanto a vosotros como a los otros. El bicentenario de la Iglesia católica en vuestro país me ofrece la ocasión de afirmar que la fe en Jesucristo puede realmente llevar ese enriquecimiento a la cultura, a la sabiduría y a la dignidad del pueblo coreano".
Asimismo añadió que "tenéis un corazón abierto, lleno de calor humano, de tolerancia y de sensibilidad; un corazón generoso que ha sufrido mucho y amado sin abandonar nunca la esperanza. Estas personas eminentes por sí solas nunca habrían dado resultados tan admirables. Fueron capaces de actuar así solo porque hijos de un pueblo grande y bueno, vosotros, que en una vida cotidiana de amor y de compartir os habéis comprometido a buscar la verdad".
En Corea las católicas asisten a misa con mantilla,
tanto si se celebra en la forma ordinaria
o en la extraordinaria del rito latino
Por su parte, el papa Francisco, el pasado 13 de enero en el discurso al Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede señaló que "con ocasión del 50 aniversario de las relaciones diplomáticas con la República de Corea, quisiera implorar de Dios el don de la reconciliación en la península, con el deseo de que, por el bien de todo el pueblo coreano, las partes interesadas no se cansen de buscar puntos de encuentro y posibles soluciones. Asia, en efecto, tiene una larga historia de pacífica convivencia entre sus diversas partes civiles, étnicas y religiosas. Hay que alentar ese recíproco respeto, sobre todo frente a algunas señales preocupantes de su debilitamiento, en particular frente a crecientes actitudes de clausura que, apoyándose en motivos religiosos, tienden a privar a los cristianos de su libertad y a poner en peligro la convivencia civil. La Santa Sede, en cambio, mira con gran esperanza las señales de apertura que provienen de países de gran tradición religiosa y cultural, con los que desea colaborar en la edificación del bien común".
En 1949 se calculaba que la población católica era en torno al 1´1 por ciento, con apenas 81 sacerdotes y 46 parroquias.
Justo después del Concilio Vaticano II era el 2´5 por ciento y a cincuenta años del acontecimiento los católicos son el 10´3 por ciento, de la población, los sacerdotes más de 4.600, los religiosos y las religiosas más de 10.000. Las cifras las recordó el cardenal Fernando Filoni en un viaje a Corea realizado en octubre de 2013.
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