El Santo Padre ha escrito una carta a los cardenales designados el domingo 12 de enero públicamente durante la oración del Ángelus en la Plaza de San Pedro y que serán creados en el consistorio del 22 de febrero.
El Papa ha recordado que el cardenalato no significa una promoción ni un honor, ni una decoración: "sencillamente es un servicio que exige ampliar la mirada y alargar el corazón".
Y, ha aclarado el Pontífice, "aunque parezca una paradoja, este poder mirar más lejos y amar más universalmente con mayor intensidad se puede adquirir solamente siguiendo la misma vía del Señor: la vía del abajamiento y de la humildad, tomando la forma de siervo".
Francisco les hacer llegar su cordial saludo, cercanía y oración. Asimismo, les manifiesta su deseo de que "en cuanto agregado a la Iglesia de Roma, revestido de las virtudes y de los sentimientos del Señor Jesús, puedas ayudarme con eficacia fraterna en mi servicio a la Iglesia universal".
Finalmente, el Santo Padre les pide a los nuevos cardenales "recibir esta designación con un corazón sencillo y humilde".
Así como les pide que aunque lo "hagan con gozo y alegría", de forma que este sentimiento esté lejos de "cualquier expresión de mundanidad, de cualquier celebración ajena al espíritu evangélico de austeridad, sobriedad y pobreza".
Al concluir la misiva, les recuerda que se encontrarán el próximo 20 de febrero, para comenzar dos días de reflexión sobre la familia. "Quedo a su disposición y, por favor, le pido rezar y hacer rezar por mí", pide Francisco.