Con motivo del 50 aniversario de la última encíclica del Beato Juan XXIII, Pacem in Terris (Paz en la Tierra), el Presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, Cardenal Peter Turkson, invitó a las universidades católicas en Filipinas a formar políticos que ayuden a aplicar la Doctrina Social de la Iglesia.

“Abramos nuevos espacios de la imaginación intelectual por encima de la lógica del mercado y tratar de ayudar a las personas a superar la separación debilitante entre fe y vida”, animó.


En un amplio informe presentado durante la Conferencia Nacional de las Universidades Católicas en las Filipinas el 9 de enero en Davao, el Cardenal Turkson insistió en los principios fundamentales de la Doctrina Social de la Iglesia y el magisterio ofrecido por los pontífices, comenzando por el Beato Juan XXIII hasta las últimas declaraciones del Papa Francisco.

El representante de Justicia y Paz en el Vaticano analizó cómo a través de la investigación, el compromiso social y la enseñanza, las universidades pueden apoyar la educación de los católicos en la política, y del mismo modo ofreció ejemplos concretos de cómo constituir recursos para la preparación de la clase gobernante de un país.


“Las universidades deben mantener un compromiso no negociable con la búsqueda de la verdad. Especialmente hoy, en un mundo impulsado por los medios de comunicación, la investigación de la universidad debe ser capaz de leer detrás de los titulares chillones para hacer brillar la luz de la verdad en aquellos que son considerados los principales retos políticos de esta generación: guerras, economía política, pobreza, la migración humana y crisis ecológica”, señaló.

Por último el Cardenal Turkson animó a las universidades a una renovada capacidad de educar a las nuevas generaciones y a pensar críticamente transmitiendo los conocimientos necesarios para actuar en el campo de los valores y el bien común, porque según dijo “hoy día es cada vez más necesario ser profesionalmente y técnicamente competente”.

“Las universidades deben enseñar a los estudiantes a crear una síntesis armónica y ordenada entre los valores espirituales y científicos, técnicos y profesionales”, concluyó.