El santo padre recuerda que en Nazaret “todos esperaban a Jesús. Querían encontrarlo” porque “habían escuchado lo que Jesús había hecho en Cafarnaún y los milagros”.
Y cuando inicia la ceremonia “le piden al huésped que lea el libro. Jesús lo hace y lee el libro del profeta Isaías que era la profecía sobre Él y por ello concluye la lectura diciendo: «Hoy se cumple esta escritura que ustedes han escuchado»”.
El papa recordó que después de una primera reacción positiva alguno movido por la polilla de la envidia comenzó a decir: “¿Dónde estudió éste? ¿No es el hijo de José? Y nosotros conocemos a toda su familia, ¿y en qué universidad estudió?”. Entonces pretendían que le hiciera un milagro: solamente después habrían creído. “Ellos querían el espectáculo”, pero “Jesús no era un artista”.
Jesús no hizo milagros en Nazaret y subrayó la poca fe de quien pedía el “espectáculo”. Entonces comenzaron a empujarlo para tirarlo por un barranco “por celos, por envidia”.
Pero no se trató de un evento de hace dos mil años atrás, evidenció el santo padre: “Esto sucede cada día, cada vez que se acoge a alguien hablando bien el primer día y después siempre menos hasta llegar a la habladuría, casi hasta “desollarlo”. Quien en una comunidad habla contra un hermano acaba por “querer asesinarlo” indicó el papa.
“El apóstol Juan” recordó el santo padre “nos dice esto: quien en su corazón odia a su hermano es un homicida” y añadió: “Nosotros estamos acostumbrados a los chismes, a las habladurías” y muchas veces transformamos a nuestras comunidades y también a nuestra familia en un “infierno” en donde se manifiesta esta forma de criminalidad que lleva a “asesinar al hermano y a la hermana con la lengua”.
“Para que haya paz en una comunidad -prosigue el papa- en una familia o en un país, en el mundo, tenemos que empezar a estar con el Señor. Porque donde está el Señor no hay envidia, no hay criminalidad, no hay celos, hay hermandad. Pidamos esto al Señor: nunca asesinar al prójimo con nuestra lengua y estar con el Señor, como estaremos todos nosotros en el cielo”.