Han pasado 44 años desde su nombramiento por San Juan Pablo II, y después de tres pontificados el cardenal Raniero Cantalamessa dejará de ser predicador de  la Casa Pontificia.

Le sustituye fray Roberto Pasolini, franciscano -como su predecesor-, quien ha sido nombrado este sábado 9 de noviembre por Francisco. A partir de ahora será él quien predique las catequesis de Adviento y Cuaresma para el Papa y para la Curia vaticana.

Informático, matemático, lector de L'Unità... y biblista

Pasolini, fraile menor capuchino de la provincia de Lombardía, acaba de cumplir 55 años. Nació en Milán y estudió Informática y Matemáticas, con aproximaciones a la Inteligencia Artificial. Es religioso desde al año 2002 y sacerdote desde 2006. Ha sido profesor de Lenguas Bíblicas y de Sagrada Escritura en el Estudio Teológico Laurentianum provincial de los capuchinos en Milán y Venecia, y actualmente enseña Exégesis Bíblica en la Facultad Teológica de Italia Septentrional, también en Milán.

Además de esta actividad académica, el padre Pasolini lleva a cabo una intensa actividad pastoral, llevando a cabo encuentros de formación, predicaciones, retiros y ejercicios espirituales, acompañamiento espiritual y actividades de caridad con los marginados, que lleva a cabo junto a los novicios de los que es formador.

 

Según explicó él mismo en una entrevista en TV2000 (la cadena de televisión de los obispos), tras un tiempo de cierto compromiso político, que le llevó a ser lector de L'Unità (diario de izquierdas), comprendió que las ideologías no son las que liberan al hombre, sino el Evangelio: "La auténtica libertad consiste en liberarse del sentimiento de culpa, porque la redención de Cristo ha restablecido el vínculo con Dios", explica.

Pasolini es autor de diversos artículos y libros sobre espiritualidad bíblica y, según recoge Vatican News, su predicación afronta los temas más profundos de la existencia humana y de la fe, siempre teniendo en cuenta la actualidad y las nuevas tendencias.

Un retiro merecido

En cuanto al cardenal Cantalamessa, que ha cumplido ya los 90 años, se retirará a una vida de estudio, lectura y oración en el eremitorio del Amor Misericordioso de Cittaducale, en la diócesis de Rieti, junto unas monjas clarisas para quienes hará de capellán.

Cantalamessa, elevado al cardenalato por Francisco en el año 2020 como reconocimiento a su trayectoria, pues para entonces ya no podía formar parte de un eventual cónclave. Pidió y obtuvo del Papa el privilegio de poder seguir usando su hábito franciscano.

Ha servido a la Iglesia con su magisterio desde el que es probablemente el cargo de la Curia más duradero de los últimos decenios.