El Papa ha aprobado el decreto por el que canonizará a los Beatos Juan Pablo II y Juan XXIII, según ha explicado el portavoz de la Oficina de Prensa del Vaticano, el padre Federico Lombardi.
Los cardenales y obispos de la Congregación para las Causas de los Santos aprobaron este martes el segundo milagro atribuido al beato Juan Pablo II y que abre las puertas a su canonización, según informaban fuentes vaticanas.
Aunque todavía no había confirmación oficial, las mismas fuentes barajaban la fecha del 24 de noviembre, el término de la celebración del Año de la Fe, o el 8 de diciembre, como posibles fechas para la ceremonia de canonización de Juan Pablo II.
Karol Wojtyla fue beatificado el 1 de mayo de 2011, tras aprobarse un primer milagro con la firma del ahora Papa emérito Benedicto XVI. En aquella ocasión, se trató de la curación, dos meses después de su muerte, de la monja francesa Marie Simon Pierre, que padecía desde 2001 la enfermedad de Parkinson, la misma que sufrió Juan Pablo II en sus últimos años.
Por su parte, Juan XXIII fue beatificado por Juan Pablo II en septiembre de 2000, durante el Jubileo, en la misma celebración de la beatificación de Pío IX. En aquella ocasión, el milagro aprobado para su beatificación la curación de sor Caterina Capitani en 1966.
El Papa Juan XXIII convocó el Concilio Vaticano II y murió mientras el Concilio seguía su curso, muchos obispos propusieron proclamar al ´Papa bueno´ santo por aclamación, pero su sucesor, Pablo VI, prefirió seguir las vías canónicas, por lo que se puso en marcha un proceso canónico y después fue beatificado con su predecesor Pío XII.
Este 5 de julio, Francisco decidió, según la Oficina de Prensa de la Santa Sede, convocar un consistorio para estudiar la canonización de ambos Papas.
Al mismo tiempo, el Papa firmó un decreto que reconoce un primer milagro obtenido por intercesión del venerable Álvaro del Portillo (19141994), primer sucesor de San Josemaría Escrivá de Balaguer al frente del Opus Dei, en un primer paso para su beatificación.
Asimismo, reconoce el martirio de 42 víctimas de la persecución religiosa del Frente Popular en España, asesinadas por odio a la fe entre 1936 y 1937.