El 1 de julio el Papa Francisco invitó a cenar en el Vaticano a unos 200 mendigos que fueron recibidos y atendidos en su nombre, por el Presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, el Cardenal Giuseppe Bertello.

Según informó el 3 de julio el diario de la Santa Sede, L’Osservatore Romano (LOR), la autoridad vaticana acompañó durante toda la velada a los invitados, con quienes intercambió palabras, impresiones, y vivencias personales.

“Les doy la bienvenida en nombre del Papa. Como saben, ésta es su casa y se alegra porque nos acompañeb aquí”, dijo el Cardenal Bertello a los mendigos antes de servir la cena.

La “velada extraordinaria”, se desarrolló en la plaza situada dentro de los jardines ante la réplica de la Gruta de la Virgen de Lourdes, a la que el Cardenal Bertello se refirió durante su alocución. “La Virgen ante nosotros, nos mira con una mirada de serenidad. Esa misma mirada que os deseo a todos vosotros y a quienes os cuidan con tanto amor”.

La cena fue organizada por el Círculo de San Pedro, y es parte de una de las tantas que la organización vaticana gestiona durante todo el año en el centro de acogida nocturno que dirigen en la ciudad de Roma “como signo concreto de la caridad del Papa”.

Después del saludo, la autoridad vaticana invitó a los comensales a orar, y según informó LOR, la respuesta “fue todo un éxito”. Los comensales llegaron a bordo de cuatro autobuses, y fueron asistidos por 122 socios de Círculo guiados por su presidente, el duque Leopoldo Torlonia.

Los mendigos que tomaron asiento, son algunos de los muchos a los que el Círculo de San Pedro ayuda a vivir dignamente cada día mediante la provisión de un plato de comida, una cama, un techo bajo el que dormir, y ropas para vestirse.

LOR señaló que la organización de la velada fue “perfecta”. El menú fue cocinado por un equipo de chefs llegados de Nápoles, conocidos en Italia por la calidad de su cocina, y los socios del Círculo hicieron de camareros y sirvieron las mesas ayudados por sus mujeres y sus hijos.

Además, la Banda del Cuerpo de Gendarmería tocó un largo repertorio y la música también formó parte de esta singular noche.

Al final de la noche, también el presidente Torlonia se dirigió a los comensales y les dio las gracias por “aceptar la invitación de parte del Papa Francisco”.

Antes de concluir, los voluntarios entregaron a cada uno de los huéspedes un paquete con productos de pastelería, fruta fresca y un Rosario.