Más de 30.000 personas, según los organizadores, participaron en la Marcha por la Vida que, partiendo del Coliseo, recorrió este domingo las calles de Roma. Al frente de todos ellos y tras la pancarta que encabezaba la manifestación, el alcalde Gianni Alemanno: "No se puede no decir no a la matanza de los inocentes. Habría que poner en marcha la ley 194 que propone ayudar a las mujeres a no abortar. Si se está contra la pena de muerte no es posible no alinearse contra los ataques a la vida humana inocente que derivan del aborto y de la eutanasia", dijo el síndico italiano.
Otros asistentes fueron Jeanne Monahan, presidenta de la histórica Marcha por la Vida de Washington, y el cardenal norteamericano Raymond Burke, antiguo arzobispo de St Louis y actual prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, así como otros políticos, entre ellos Maurizio Gasparri, vicepresidente del Senado italiano, quien afirmó que "defender la vida desde su concepción hasta su término natural es un deber de las instituciones a todos los niveles".
Al finalizar la Marcha, su portavoz, Virginia Coda Nunziante, recordó que "la lucha en favor de la vida es también la de la defensa de la sociedad entera, sometida a una enorme y espantosa crisis de valores". Uno de los protagonistas de la manifestación, a modo de icono, fue el conocido como Bebé Aido, difundido en España a raíz de las declaraciones de la entonces ministra de Igualdad, Bibiana Aidos, de que un embrión de 12 semanas es "un ser vivo, pero no humano".
El gentío discurrió desde el popular monumento romano hasta el castillo de Sant´Angelo, facilitando así el acceso posterior de los manifestantes hasta la Vía de la Conciliación y la Plaza de San Pedro.
Allí pudieron escuchar del Papa, en el rezo del Regina Caeli, un respaldo explícito acompañado de otros dos pronunciamientos muy claros por la vida: "Saludo a los participantes en la Marcha por la Vida que tuvo lugar esta mañana en Roma", dijo Francisco, "e invito a mantener viva la atención de todos sobre el tema tan importante del respeto por la vida humana desde el momento de su concepción. A este propósito, me agrada recordar también la recogida de firmas que hoy se realiza en muchas parroquias italianas, a fin de sostener la iniciativa europea Uno de Nosotros para garantizar protección jurídica al embrión, tutelando a todo ser humano desde el primer instante de su existencia. Un momento particular para aquellos que defienden el carácter sagrado de la vida humana será la Jornada del Evangelium Vitae, que tendrá lugar aquí en el Vaticano, en el contexto del Año de la Fe, los próximos 15 y 16 de junio".