En su acostumbrada charla con los periodistas a primera hora de la tarde del jueves el director de la Sala de prensa vaticana, el padre Federico Lombardi ha dicho que la de hoy era una jornada distinta porque, dijo, “Habemus Papam”.

“Todos -ha dicho- participamos con gran entusiasmo a su aparición en el balcón central de la basílica de san Pedro, nos impresionó por muchos aspectos nuevos: el origen, el nombre elegido, el estilo con el que se presentó, la manera de hablar, así como los gestos”. Por supuesto, nos llevamos todos una sorpresa, debo decir que también yo, que no lo esperaba. Ha habido grandes sorpresas, muy positivas”.


Luego el Padre Lombardi observó que el acto final de homenaje que hicieron al Pontífice, tras la elección, los cardenales ayer tarde en la Capilla Sixtina, que concluyó con la aceptación a la cátedra de Pedro, el Papa Francisco lo recibió de pie ante el altar, sin sentarse en el sitial como sucede normalmente.

El portavoz habló de la sencillez, la humildad, la esclavina que no llevaba encima cuando el Papa se asomó al balcón, de la cruz de obispo, más bien sencilla que era el mismo pectoral que llevaba cuando era obispo.



El padre Lombardi dijo que le sorprendió de una manera particular esta actitud pastoral del Obispo de Roma, en particular, la relación con la gran comunidad de Roma.

El hecho de haber querido tener al Vicario de Roma, el cardenal Vallini, cerca de él en este momento, también fue un nuevo aspecto respecto al pasado.

“Otro detalle que nos llamó la atención fue que pidiera las oraciones al pueblo sobre él, antes de dar la bendición, inclinándose y por tanto pidiendo la bendición de Dios a través de la oración de la gente, esto fue un acto muy significativo”.

Otro pequeño detalle: después de bendición en la plaza, el Papa quiso regresar a la Casa Santa Marta, donde pasó la noche, en el mismo autobús con todos los demás cardenales y no en una limousine especial.

Y al final de la cena, que fue muy festiva, el Papa Francisco dijo sólo tres o cuatro palabras de agradecimiento a los cardenales: "Que Dios os perdone por lo que habéis hecho."


El padre Lombardi explicó asimismo que el mismo miércoles por la noche, el nuevo Papa llamó al Papa Emérito a Castel Gandolfo. Fue el primer contacto telefónico, el primer saludo y agradecimiento. “Debemos esperar que dentro de unos días vaya físicamente a Castel Gandolfo a saludarlo”.


Lombardi dio detalles de la visita del Papa Francisco a Santa María la Mayor, acompañado del arcipreste de la Basílica, el cardenal español Santos Abril y Castelló, y del Vicario de Roma.

En el altar mayor, el Papa explicó a todos que en él se halla una reliquia de la cuna de Jesús y que en este altar San Ignacio de Loyola, fundador de los jesuitas, celebró la misa en la noche de Navidad seis meses después de ser ordenado sacerdote.

El Papa fue y regresó de Santa María la Mayor casi de incógnito con una simple escolta y sin procesión de coches, de una forma muy simple.

Tras visitar la basílica pasó por la Casa del Clero, donde se alojó estos días antes de entrar en el Cónclave. Allí tomó su equipaje, saludó al personal y pagó la cuenta para dar un buen ejemplo.

Luego el Obispo de Roma volvió a Santa Marta donde pasó el resto de la mañana organizándose para los días sucesivos.

Esta tarde, a las 5 se concelebró la misa en la Capilla Sixtina con los cardenales que asistieron al cónclave.


Al término de la misa, retiró los sellos del apartamento papal, para que puedan comenzar los normales trabajos de readaptación del que a partir de ahora será su apartamento y alojamiento.

Durante este tiempo de restructuración, se espera que el Papa mantenga su Casa en el apartamento papal que está en la residencia de Santa Marta.