El Cónclave se inicia hoy y 115 cardenales electores escucharán con atención la predicación del anciano cardenal maltés Próspero Grech en la Capilla Sixtina, después de resonar la invocación del "Veni Creator Spiritu" y las letanías de los santos.
En un pre-cónclave sin seguridades y con muchas incertidumbres, han resonado muy numerosos nombres. Pero hay diez nombres que destacan por encarnar distintas posibilidades y entre los que con más probabilidad se encuentra el nuevo Papa.
Es probablemente el mejor situado. Nacido en Quebec, habla perfectamente inglés y francés; aprendió el español siendo profesor de sacerdotes en Colombia durante 9 años, su carisma propio como religioso sulpiciano.
Habla también el alemán y el italiano y ha sido el responsable de la Congregación para los Obispos, lo que le ha permitido conocer a los líderes y pastores de la Iglesia de todo el mundo.
Es tranquilo, sencillo y afable. Fue arzobispo en Quebec, lo más descristianizado del continente americano. Sería el primer Papa americano, y un Papa no-europeo, pero sin dejar de ser occidental.
Fue Patriarca de Venecia y ahora arzobispo de Milán, la mayor diócesis de Italia y de Europa, de la que han salido varios Papas. Muy cercano intelectualmente a Benedicto XVI, se le parecería en su función de maestro y teólogo.
Muchos le encuentran denso en sus discursos, aunque en el diálogo es mucho más fluido. La espiritualidad del movimiento Comunión y Liberación le ha nutrido vivencialmente, pero esta relación con esta realidad eclesial puede perjudicarle ya que en los últimos tiempos se ha relacionado con algunas polémicas sobre política local y financiación en Italia.
Cuando algunos elementos de la Curia temen la llegada de un "Papa sheriff" se refieren a él: un arzobispo que ha hecho limpieza en Boston, que tomó una diócesis postrada y arruinada por la crisis de los abusos sexuales, le dio la vuelta, volvió a llenar los seminarios y las parroquias y la convirtió en un sitio más seguro.
Siempre viste su hábito capuchino y vive en una austera habitación monástica después de vender el palacio episcopal. Ha sido un gran evangelizador en los ambientes de inmigrantes hispanos y es un enamorado de los santos españoles. Tiene Twitter y un blog y es todo un renovador de la Iglesia.
Incluso para los entusiastas de un Papa norteamericano y extrovertido como podría ser el arzobispo Dolan, de Nueva York, O´Malley aparece como una alternativa: igual de vigoroso y eficaz, pero menos exuberante en sus gestos y expresión.
El pastor de los 6 millones de católicos de Sao Paulo no desconoce la Curia y es miembro de los Pontificios Consejos de Familia, Nueva Evangelización y la Congregación para el clero. Muchos le consideran como el más europeo de los candidatos latinoamericanos, por su ascendiente alemán.
Es un buen comunicador. Con una JMJ prevista para Brasil dentro de 5 meses, y luego los Juegos Olímpicos, un Papa brasileño significaría un impulso en un país clave de América.
Como Scherer, se trata de un americano-europeo, un argentino hijo de italianos que desde los 27 años ha trabajado en Italia. Realizó tareas para la diplomacia vaticana en Madagascar, Venezuela, México y Estados Unidos. Habla inglés, francés, alemán, italiano y español, tiene muchos amigos, personalidad amigable y no se le conocen enemigos.
Muchos curiales italianos le ven como "uno de los nuestros", mientras que otros precisamente le ven como "un curial distinto". No tiene un perfil profético ni carismático, pero sabría gestionar la Iglesia cuyas complejidades internas (en Roma y en la Iglesia global, especialmente Hispanoamérica y las Iglesias orientales perseguidas) conoce bien.
Es conservador y creativo, peleón, valiente campeón de la ortodoxia, acostumbrado a los debates, la televisión, las columnas de opinión, la polémica pública. Se expresa con sinceridad y agilidad. Manejó con éxito la JMJ de Sídney y también la post-JMJ, con vocaciones y conversiones.
Tiene gran experiencia pastoral y en los últimos años ha visitado continuamente Roma por los diversos cargos curiales que ostenta. Predica con agilidad y relevancia y sabe enfrentarse a la postmodernidad en su propio campo. Tiene muchas posibilidades si los cardenales buscan dinamismo y coraje.
Fue durante años secretario de la Congregación para el Clero y después llegó a ser su presidente. Es un hombre de la confianza de Benedicto XVI, con una visión teológica muy similar.
Se ha especializado en estudiar el ateísmo moderno y la cultura del s.XX. Podría ser la opción para quienes busquen un "Ratzinger a la italiana". Otros piensan que sería un buen Secretario de Estado, un complemento italiano para un Papa no italiano.
Si hay un país que intenta recuperar a marchas forzadas su vocación europea y tradición cristiana tras 40 años de opresión comunista es Hungría.El cardenal de Budapest, Peter Erdö, es de los más jóvenes, pero vivió la caída del comunismo, las presiones contra sus padres por ser cristianos, y ahora vive el desencanto del pueblo ante las promesas del materialismo y el consumismo que no llenan el alma.
Es un gran canonista, preside el Consejo de Conferencias Episcopales Europeas, y podría ser una baza para una Nueva Evangelización centrada en la Europa descreída, la Oriental y la Occidental, con sensibilidad para el dolor de los cristianos perseguidos por el Islam o el comunismo en Asia. Cardenales que busquen un europeo no italiano pueden apostar por esta opción.
9. Peter Turkson, Ghana, 64 años
El cardenal africano más mediático de la historia, ha sido el "ministro de justicia social" de Benedicto XVI, y desde el Pontificio Consejo Justicia y Paz ha criticado el capitalismo salvaje, ha propuesto alternativas creativas y, por lo general, no ha convencido a los católicos del capitalismo más ortodoxo. Conoce lo que es crecer en una familia numerosa africana y pobre (10 hermanos).
Es ágil con los medios de comunicación y tiene simpatía y encanto personal. Su nombre se ha citado una y otra vez, sobre todo en los medios anglohablantes. Significaría una revolución cultural, y quizá también en doctrina socioeconómica.
Es el segundo cardenal más joven y su simpatía personal y capacidad comunicativa es innegable. Lleva años con gran éxito como comentarista bíblico en la televisión filipina, y su Facebook es el más seguido del episcopado mundial: 124.000 seguidores.
Hijo de madre china, hay quien lo considera un "Wojtyla asiático", capaz de lanzar mensajes proféticos a toda Asia, incluyendo la China comunista y la diáspora china de Asia. Sería un "Papa del Tercer Mundo", un Papa global.
En su contra, se dice que sería "un Papa eterno": cabría esperar de él 30 años de activo Pontificado. Pero en un mundo de liderazgos efímeros, cuando los presidentes del mundo cambian cada 4 u 8 años, un liderazgo a 30 años vista tiene sus ventajas para pilotar procesos ecuménicos de larga duración... o transiciones culturales en China y otros países.