Benedicto XVI ha decidido trasladar exclusivamente a su sucesor el contenido del informe de la Comisión Cardenalicia que ha investigado la filtración de documentos secretos del Vaticano, conocido con el caso Vatileaks, según ha confirmado el jefe de la Sala de Prensa del Vaticano, el padre Federico Lombardi.
"El Papa ha decidido que la información de los resultados de este informe, cuyo contenido conoce solamente su Santidad, permanezcan exclusivamente a disposición del nuevo pontífice", ha explicado Lombardi.
El jefe de prensa vaticano ha explicado que Benedicto XVI ha recibido en audiencia este lunes por la mañana a los cardenales Julián Herranz, Jozef Tomko y Salvatore De Giorgi, miembros de la Comisión cardenalicia de investigación sobre la filtración, a quienes acompañaba el secretario de la misma P.Luigi Martignani.
Además, ha recalcado que, una vez finalizada la tarea encomendada, Su Santidad ha querido darles las gracias por la "provechosa labor" que han llevado a cabo y que ha puesto de relieve, junto con los límites e imperfecciones propios del factor humano de toda institución, la generosidad, rectitud y dedicación de cuántos trabajan en la Santa Sede al servicio de la misión confiada por Cristo al Romano Pontífice.
La Comisión Cardenalicia, que escuchó a muchos miembros de la curia y empleados vaticanos, trabajo paralelamente a la investigación criminal abierta el 16 de marzo de 2012 por "corrupción" y "mala administración" por parte de varios departamentos.
La policía vaticana arrestó al exmayordomo del Papa, Paolo Gabriele, que fue sometido a un juicio por parte del tribunal vaticano en el que fue declarado culpable por el delito de robos con agravantes y que concluyó con su encarcelamiento en una celda del cuartel de la gendarmería vaticana.
El pasado 22 de diciembre Benedicto XVI concedió la gracia a su exmayordomo, lo visitó en la celda para informarle personalmente de su perdón y pocas horas después el exmayordomo fue excarcelado.
Ese día, el Santo Padre visitó en la cárcel a Gabriele para confirmarle su perdón, condenándole la pena infligida, un gesto "paternal" hacia una persona con la que el Papa había compartido tantos años, según indicó la Santa Sede.