El Papa está de ejercicios espirituales, por lo que este miércoles no acogió la acostumbrada audiencia en el aula Pablo VI.
Benedicto XVI sigue hasta el sábado los ejercicios espirituales que se realizan en El Vaticano con motivo de la cuaresma.
Por su parte, la ciudad de Roma está preparando su acogida para miles de peregrinos que se acercarán a seguir el cónclave y para ver después de la fumata bianca al nuevo papa.
El delegado del alcalde de Roma, Antonio Gazzellone, confirmó tras encontrarse con las asociaciones de hoteles y bed and brekfast, que los precios de los alojamientos no han sufrido aumentos. De otras fuentes se conoce en cambio que en la zona del Vaticano, especialmente los edificios que tienen terrazas y balcones aptos para telecámaras y transmisiones, se están alquilando a precio de oro.
El retiro espiritual incluye tres meditaciones diarias, predicadas por el cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Consejo Pontificio de la Cultura, además de los momentos de silencio, oración, adoración y de la celebración de la eucaristía.
La noche del martes tuvo lugar la cuarta meditación, siempre en la capilla Redemptoris Mater, donde el cardenal Ravasi recordó la doble dimensión de la liturgia: "Si miramos bien, nuestra liturgia es un ininterrumpido mirar hacia lo alto, hacia la transcendencia, a Dios y a Cristo” y también “un mirar dirigido a los hermanos”.
Y de la importancia de las dos dimensiones, contrariamente se corre el riesgo o de un “sacralismo” que sea principio y fin en sí mismo, o de hacer una simple reunión de asamblea.
Reivindicó por lo tanto la necesidad de acceder al culto con condiciones no sólo rituales, sino con el corazón. Por lo tanto es precisa una existencia justa y una serie de empeños concretos, que no sean sólo ofrendas y sacrificios, como indica el profeta Isaías que Dios detesta ofrendas y sacrificios formales.
El culto no puede ser sólo un rito exterior. Por ello el amor a los hermanos y la confesión de nuestras propias culpas son momentos fundamentales para hacer el camino de comunión con el Señor, dijo.
Y subrayó: "Para estar en comunión con Dios --un sólo Pan, un sólo Cáliz- es preciso ser un sólo Cuerpo, que exista comunión entre todos nosotros".
Sobre la dimensión vertical, el cardenal Ravasi indicó la grandeza de Dios que por así decir se comprime para encontrarse con nosotros y de la carne de Cristo como nuevo templo.
Y que en una sociedad como la nuestra, muchas veces definida como "líquida", o sea, donde la moral parece no conocer normas objetivas, sino sólo decisiones espontáneas e instintivas, es importante recordar que la experiencia del encuentro con Dios crea y da solidez.
El cardenal Ravasi evocó también los Salmos cuando el peregrino eleva sus ojos en el templo hacia los nidos de los pájaros y exclama: Señor, mi Dios y mi Rey... hasta los pájaros encuentran lugar para sus nidos junto a tu altar... para siempre cantaré tus alabanzas.
Es, así, la palabra de Dios la que nos indica el orden de los valores: "La Palabra como primera gran epifanía que es cantada en el Salterio y que yo, rezando, descubro. Oigo no sólo mis palabras que resuenan, sino también la Palabra de Dios que resuena en mí".
Hasta el sábado 23 de febrero, la Radio Vaticano pone a disposición a los oyentes, las meditaciones diarias en italiano del cardenal Ravasi en la web: http://it.radiovaticana.va/indicecat.asp?Redasel=2&CategSel=227 .