Benedicto XVI concederá a los fieles indulgencias especiales con motivo de la XXI Jornada Mundial del Enfermo (7 11 de febrero, Altötting, Alemania) según informa el decreto hecho público este lunes 28 de enero, firmado por el cardenal Manuel Monteiro de Castro y por el obispo Krzysztof Nykiel, respectivamente Penitenciario Mayor y Regente de la Penitenciaría Apostólica.
Las personas, que siguiendo el ejemplo del Buen Samaritano, “con espíritu de fe y ánimo misericordioso se pongan al servicio de los hermanos que sufren o, que si están enfermos soporten los dolores y las adversidades de la vida (...) dando testimonio de fe a través del camino del Evangelio del sufrimiento”, obtendrán la indulgencia plenaria, una vez al día y con las condiciones habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Papa), aplicable en sufragio de las almas de los fieles difuntos:
A)-Cada vez que del 7 al 11 del próximo mes de febrero en el santuario mariano de Altötting, o en cualquier otro lugar establecido por la autoridad eclesiástica, participen en una ceremonia celebrada para rezar a Dios por los propósitos de la Jornada Mundial del Enfermo, rezando el Padrenuestro, el Credo y una invocación a la Bienaventurada Virgen María.
-Los fieles que, en los hospitales públicos o en cualquier casa privada, atienden con caridad, como el Buen Samaritano, a los enfermos y, con motivo de su servicio no puedan participar en dichos actos, obtendrán el mismo don de indulgencia plenaria si, durante esos días, prestan con generosidad, al menos por alguna hora, su asistencia como si lo hicieran con el mismo Cristo Señor y rezan el Padre nuestro, el Credo y una invocación a la Bienaventurada Virgen María, con despego por el pecado y con el propósito de cumplir, lo antes posible los requisitos para conseguir la indulgencia plenaria.
-Los fieles que, por enfermedad, edad avanzada u otra razón parecida, no puedan tomar parte en las ceremonias indicadas, obtendrán la indulgencia plenaria si, con desapego del pecado, y con el propósito de cumplir lo antes posible las condiciones habituales, participan espiritualmente en las sagradas funciones en los días determinados, particularmente mientras las celebraciones litúrgicas y el mensaje del sumo pontífice se transmiten por televisión o por radio, rezan por todos los enfermos y ofrecen a Dios a través de la Virgen María, “Salus infirmorum”, sus sufrimientos físicos y espirituales.
B)La indulgencia parcial será obtenida por todos los fieles cada vez que eleven a Dios misericordioso en los días indicados oraciones en ayuda de los enfermos, en el espíritu de este Año de la Fe.