Durante la primera audiencia general del año, Benedicto XVI ha planteado la misma pregunta que Poncio Pilato hizo a Jesús: “¿Quién eres verdaderamente?”.
El Papa reflexiona sobre por qué Dios se hizo hombre, escogió nacer en una familia pobre, y en un pueblo pequeño y desconocido. Para Benedicto XVI se trata de una cuestión decisiva porque recuerda que “también nosotros podemos recorrer nuestro camino de fe, a pesar de nuestras limitaciones”.
“Queridos hermanos y hermanas:
La pregunta de hoy es ¿de dónde viene Jesús? Sus contemporáneos creían saberlo en cuanto conocían su familia y su pueblo. Él les alerta que su origen es otro, pues viene del Padre. La respuesta la podemos encontrar en las palabras del ángel Gabriel en la Anunciación: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios».
Es este un momento culminante, por lo que cada vez que recitamos el Credo nos inclinamos a las palabras «y por obra del Espíritu Santo, se encarnó de María Virgen». Toda la Trinidad interactúa con María en la obra de la Encarnación, al aceptar ella ser morada de Dios.
Siguiendo su ejemplo, el de una mujer humilde, también nosotros podemos recorrer nuestro camino de fe, a pesar de nuestras limitaciones, confiando en la presencia del Señor en nuestra vida. La fuerza de lo alto es el Espíritu Santo, tal y como nos recuerdan las dos citas de la Escritura evocadas por el texto evangélico: la de la creación, renovada en Jesús, nuevo Adán, y la de la nube del éxodo, que ahora cubre la nueva tienda del encuentro, que es María.
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España, México y los demás países latinoamericanos. Invito a todos a anunciar la alegría y la esperanza que nos trae la Navidad, la certeza de que la potencia del Señor se hace presente en nuestra historia. Feliz Año nuevo. Que Dios os bendiga”.