La reestructurtación fue aprobada el pasado 3 de septiembre por la Secretaría de Estado, con el visto bueno de Benedicto XVI: la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos se reorganiza con el nacimiento de nuevas oficinas, que serán operativas a principios de 2013.
La principal novedad es la oficina que se dedicará específicamente al arte y a la música para la liturgia, que ofrecerá las líneas guía para que tanto los cantos de la misa como las estructuras de las nuevas Iglesias se adecúen y correspondan al ministerio que se celebra.
Las novedades introducidas en el dicasterio que dirige el cardenal Antonio Cañizares Llovera llegan a poco más de un año de distancia del motu proprio “Quaerit Semper” del 27 de septiembre de 2011, con el que Benedicto XVI había transferido a la Rota Romana la competencia sobre dos materias de las que hasta entonces se ocupaba la Congregación para el Culto.
La primera tiene que ver con la nulidad de la ordenación sacerdotal y la segunda, con la dispensa en los casos de matrimonios contraídos pero no consumados. Prácticas que ocupaban bastante del tiempo de la congregación del culto.
En el motu proprio, el Papa explicaba que: «En las circunstancias actuales, ha parecido conveniente que la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos se dedique principalmente a dar nuevo impulso a la promoción de la Sagrada Liturgia en la Iglesia, según la renovación querida por el Concilio Vaticano II a partir de la Constitución Sacrosanctum Concilium».
El dicasterio debe dedicarse a un proyecto amplio que favorezca el «ars celebrandi», la fidelidad a la constitución conciliar y a los dictámenes y a las instrucciones del nuevo misal.
Como ya no existen las dos oficinas (la de los sacerdocios y la de los matrimonios), crece la oficina litúrgica: los nuevos entes litúrgico-doctrinales se ocuparán del mismo tema en las dos grandes áreas lingüísticas anglosajona y latina.
Además, se creará otra oficina para los aspectos disciplinarios y jurídicos. Una nueva sección se ocupará del arte y de la música en la liturgia, es decir, no se dedicará al arte sacro ni a la música sacra, sino solo al arte y a la música en el ámbito litúrgico.