Tres días después de la expulsión del obispo Richard Williamson de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (FSSPX), verificada este miércoles, se ha difundido un comunicado por parte de la comisión Ecclesia Dei concerniente a las relaciones entre dicha congregación religiosa y la Santa Sede.
Nada, salvo ese hecho a nivel interno, ha sucedido desde julio pasado en las relaciones de la Hermandad San Pío X con la Santa Sede, y tampoco el comunicado transmite ninguna resolución en particular.
Hace referencia implícita, eso sí, al comunicado que el 19 de julio libró la Oficina de Prensa vaticana afirmando entonces que "sigue esperando la anunciada comunicación oficial por parte de la Fraternidad Sacerdotal para la continuación del diálogo entre la Fraternidad y la Comisión Ecclesia Dei”. En el comunicado de este sábado 27 de octubre se reitera que la Santa Sede "sigue a la espera de respuesta oficial" a dos documentos que remitió a la FSSPX.
Este comunicado es el segundo posicionamiento público sobre las relaciones entre la Hermandad San Pío X y el Papa desde la llegada al dicasterio de la Doctrina de la Fe como prefecto del hasta entonces obispo de Ratisbona, Gerhard Müller, el 2 de julio pasado. Y tiene lugar en el mismo sentido que el anterior: considerar que la congregación fundada por el arzobispo Marcel Lefebvre en 1970 debe aún explicar sus observaciones a la última propuesta de la Santa Sede.
La Comisión Pontificia Ecclesia Dei anuncia que la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X en su última comunicación (6 de septiembre 2012) ha indicado que necesita un tiempo suplementario, de reflexión y de estudio, para preparar su respuesta a las últimas iniciativas de la Santa Sede.
El estado actual de las discusiones entre la Santa Sede y la fraternidad sacerdotal es fruto de tres años de diálogos doctrinales y teológicos, durante los cuales una comisión conjunta se ha reunido ocho veces para estudiar y discutir, entre otras cosas, algunos puntos controvertidos en la interpretación de diversos documentos del Concilio Vaticano II. Una vez concluidos dichos diálogos doctrinales, fue posible pasar a una fase de discusión orientada más directamente al gran deseo de reconciliación de la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X con la sede de Pedro.
Otros pasos claves, en este proceso positivo de reintegración gradual, habían sido dados ya por la Santa Sede, en 2007, con la extensión a la Iglesia universal de la forma extraordinaria del rito romano con el Motu Proprio Summorum Pontificum y, en 2009, con la abolición de las excomuniones. En este camino arduo, se llegó a un punto fundamental hace sólo algunos meses cuando, el 13 de junio de 2012, la Comisión Pontificia presentó a la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X una declaración doctrinal acompañada de una propuesta de regularización canónica de su estado en la Iglesia católica.
Actualmente la Santa Sede espera la respuesta oficial de los superiores de la fraternidad sacerdotal a estos dos documentos. Después de treinta años de separación, es comprensible que haga falta tiempo para asimilar el significado de estos hechos recientes. Ya que nuestro Santo Padre Benedicto XVI quiere promover y preservar la unidad de la Iglesia mediante la reconciliación, largamente esperada, de la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X con la Sede de Pedro -una fuerte manifestación de la actuación del munus Petrinum- es necesario tener paciencia, serenidad, perseverancia y confianza.