Las imágenes de la lectura de la sentencia muestran a Paolo Gabriele, que conocía la petición del fiscal de tres años de cárcel, levantándose sereno ante la entrada de los jueces.
Cuando el magistrado abandona la sala y declara el caso cerrado, el paso fugaz del ex mayordomo del Papa delante de la cámara muestra una clara sonrisa dirigida a las personas del público asistente (ver en el vídeo abajo los últimos diez segundos de grabación). Acababa de ser condenado por ladrón alegando no serlo, y por deslealtad a Benedicto XVI proclamando amarle como un hijo.
La sentencia, que establece como hechos probados que desde 2006 estuvo sustrayendo documentos pontificios así como papeles privados de Benedicto XVI, es clara, y el tribunal “declara al imputado Paolo Gabriele culpable del delito previsto por el artículo 404, primer punto, número 1 del código penal, por haber cometido, con abuso de la confianza derivada de la relación de oficio relativa a la prestación profesional, la sustracción de cosas que, en razón de tales relaciones, se dejaban expuestas por la confianza en él”.
Al no tener antecedentes penales y en atención a los servicios prestados al apartamento pontificio, la condena de tres años le fue reducida a la mitad. No ingresará en la cárcel y el padre Federico Lombardi anunció un probable indulto papal: "Lo puedo decir sin miedo a ser desmentido", dijo el portavoz de la Santa Sede.