Este lunes el Papa ha recibido en Roma la visita Ad Limina Apostolorum de la conferencia episcopal colombiana, liderada por el arzobispo de Medellín, Ricardo Tobón Restrepo.
Los obispos expusieron el Plan Global 2012-2020, cuyo principal objetivo es “promover procesos de nueva evangelización que formen discípulos misioneros, animen la comunión eclesial e incidan en la sociedad desde los valores del Evangelio”.
Por su parte, Benedicto XVI aclaró la labor religiosa que tienen que seguir realizando los obispos en Colombia: “Las personas que trabajan para el Señor han de ser ejemplo de vida para los feligreses colombianos. Han de conseguir que los colombianos se den cuenta de la importancia que tiene vivir fiel y fecundamente en su fe”, dijo.
Además, el Papa constató “los efectos devastadores de una creciente secularización, que incide con fuerza en los modos de vida y trastorna la escala de valores de las personas, socavando los fundamentos mismos de la fe católica, del matrimonio, de la familia y de la moral cristiana. A este respecto, la infatigable defensa y promoción de la institución familiar sigue siendo una prioridad pastoral para ustedes”.
A pesar de lo “satisfecho” que se mostró sobre la evolución católica en Colombia, “la violencia continúa trayendo dolor, soledad, muerte e injusticia a muchos hermanos”, dijo el Papa, aclarando la gran responsabilidad que tienen los obispos, diáconos, sacerdotes y demás pastores de la Iglesia católica en la pacificación del país. “Les animo a seguir contribuyendo a la tutela de la vida humana y el cultivo de la paz, inspirándose para ello en el ejemplo de nuestro Salvador y suplicando humildemente su gracia”, concretó.
Recientemente los obispos colombianos apoyaron a Juan Manuel Santos en la apertura de un diálogo con las FARC, que el arzobispo de Bogotá, Rubén Salazar, consideró un gesto "valiente" del presidente del país que le producía una "gran alegría".
El Papa Benedicto XVI cerró la visita asegurándoles a cada miembro de la Conferencia Episcopal de Colombia su benevolencia y encomendándoles la protección materna de María Santísima.