El pasado lunes, el portavoz de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, presentaba ante los medios el resultado de la investigación del «caso Vatileaks», que llevará a juicio al ayudante de cámara del Papa y a un informático del Vaticano acusados del robo de documentos secretos de Benedicto XVI.

«Es un proceso inacabado, como dijo el padre Lombardi. Hay que esperar a que ese proceso verifique todavía más puntos», asegura el cardenal Cañizares, que a renglón seguido considera que «ciertamente la Iglesia demuestra una ejemplaridad al afrontar este asunto que debemos tener presente. No obstante, creo que hemos de buscar la clarificación total y la purificación de todo lo que sea innecesario».

Preguntado por José Beltrán, el Redactor Jefe de La Razón, sobre la JMJ de Madrid que cumple hoy un año, el cardenal valenciano señala que "fueron unos días llenos de espíritu, un acontecimiento eclesial en el que se celebró la alegría de ser cristiano, en el que se vio una Iglesia verdaderamente joven, con jóvenes que quieren ser Iglesia, que se sienten Iglesia, enteramente unidos al Papa y a lo que les decía. En definitiva, una Iglesia llena de esperanza. Aquellas jornadas fueron realmente inolvidables. No sólo la jornada en sí misma, sino los días que precedieron en todas las diócesis españolas. Fue la muestra del vigor de una Iglesia que mira al futuro".

Asimismo, el prelado subraya que los jóvenes "nos han dado una lección muy grande: son jóvenes de nuestra época, no están anclados en el pasado. Son como los demás, pero viven con un pensamiento distinto, unos sentimientos distintos, una conducta diferente... Si echamos la vista atrás, el momento más impresionante de toda la JMJ fue la adoración eucarística en la vigilia de Cuatro Vientos. Es lo que más valoran y recuerdan. Este hecho no los saca del mundo, sino que les hace estar más cercanos a sus amigos, a las inquietudes que están viviendo... Pero desde el Evangelio y desde Jesucristo".