«La investigación sigue su curso y nosotros no queremos interferir», aclara Andrea Gabriele, padre del mayordomo del Papa, en una carta enviada a un programa de la televisión italiana, de la que sólo se han publicado tres párrafos.

«Muchas noticias publicadas en estas semanas sobre mi hijo Paolo son distorsionadas y, a menudo, falsas y ofensivas contra su reconocidad dignidad personal», lamenta Andrea Gabriele. «Como padre y cristiano espero que emerja toda la verdad en beneficio de toda la Iglesia», asegura.
«Subrayo la absoluta honestidad de Paolo, su generosidad e integridad moral, inculcadas por su familia de sangre, su amor a la Iglesia de Cristo, al Pontífice Benedicto XVI y al Beato Juan Pablo II, quien conoció bien su corazón», añade en la misiva al programa «Top Secret».

Paolo Gabriele, «Paoletto», lleva 53 días en una «cámara de seguridad» de la Gendarmeria vaticana. Sigue siendo el único arrestado por el caso «Vatileaks».

La policía está terminando de analizar los documentos privados del Papa que confiscaron en su casa poco después de arrestarlo.

Previsiblemente, esta semana le interrogarán por última vez y el juez decidirá si dejarlo en libertad, sin cargos o enviarlo a proceso como principal imputado. En ese caso, el juicio no tendría lugar antes de octubre.