Hoy tomará posesión como Consejero de Comunicación de la Santa Sede Gerg Burke. Estadounidense de 52 años, miembro numerario del Opus Dei y excorresponsal en Roma de la revista Time y de la cadena de televisión Fox.

Tras 20 años en Roma y gran experiencia en el mundo de la comunicación, el Vaticano cree que es hombre adecuado para solucionar el problema de comunicación que tiene en estos momentos la sede de Pedro.

Gran aficionado al fútbol, su equipo del alma es la Roma, una afición que comparte con el Secretario de Estado, cardenal Tarcisio Bertone.

"Mi trabajo será similar al que tiene lugar tras el escenario de la Casa Blanca", señala Burke al diario El Mundo. "Allí hay un portavoz del presidente, que hace las ruedas de prensa y cuyo rostro se conoce en todo el mundo. Y luego hay un director de comunicación cuya misión es más de estrategia, de cómo transmitir el mensaje. Ese es mi trabajo".

Burke no sabe si tendrá acceso directo al Papa, pero sí que tendrá su oficina en la Secretaria de Estado y de esta manera podrá despachar a diario "con mis jefes, que son personas con capacidad de decisión".
"Mi objetivo será evitar que estallen polémicas y que se produzcan daños peores. Si se evitan podremos volver al mensaje fundamental de la Iglesia: predicar a Dios. Yo no soy un gurú de la comunicación, pero sé cómo piensan los periodistas y ante un discurso del Papa sé cuál es la frase con la que titularán", subraya con firmeza el periodista estadounidense.

"El único misterio que debe haber en la Iglesia es el misterio sacro. No debe haber misterio para esconder las cosas que no están claras", dice a la corresponsal del diario El Mundo, Irene Hdez. Velasco.

"Insisto: yo no pretendo llegar y cambiar todo. Pero se deben dar pasos hacia la apertura. El Banco Vaticano es un ejemplo perfecto. Si no tiene nada que esconder, debemos abrir sus puertas y mostrarlo, como hace cualquier empresa pública".