Benedicto XVI no es un Papa deportista, pero reconoce que el deporte puede cambiar el mundo. Por eso, ha enviado un mensaje a uno de los eventos deportivos más importantes: el Campeonato Europeo de Fútbol.
Dice que el fútbol, como cualquier deporte en equipo, “es una escuela para educar al sentido del respeto por los demás”. Dice que también ayuda a superar el individualismo y los intereses egoístas y genera un clima de fraternidad.