En un manifiesto anónimo enviado al diario romano «La Repubblica», los «topos» protestan de que «una vez más paga el típico chivo expiatorio. ¿Quién mejor que el mayordomo del Santo Padre? La verdad hay que buscarla en el poder central».

En su línea desestabilizadora, los «topos» acusan al secretario personal del Papa, Georg Gaenswein, de apoyar al cardenal Tarcisio Bertone y a ambos de intercambio irregular de documentos confidenciales.

El texto termina proponiendo «Echad del Vaticano a los verdaderos responsables de este escándalo, monseñor Gaenswein y el cardenal Bertone».

Como advertencia al secretario del Papa, los «topos» entregaron al diario fotocopia de dos cartas de Gaenswein en las que se leen la fecha y la firma pero han tapado el contenido. Advierten que «nos reservamos publicar los textos completos si se obstinasen a esconder la verdad de los hechos».

El anónimo representante de los «topos» afirma que tienen «centenares de documentos en nuestra posesión» y como prueba entrega uno: la carta enviada el pasado 14 de enero del 2012 por el cardenal norteamericano Raymond Burke, presidente del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica al cardenal Bertone para protestar ante la noticia del anuncio de la aprobación de la liturgia de los neocatecumenales.

El cardenal Burke lamenta haberse enterado de la aparente decisión de Benedicto XVI por una invitación a un encuentro con el Papa «con motivo de la aprobación de la liturgia del Camino Neocatecumenal».

Como cardenal y miembro de la Congregación responsable de Liturgia, Raymond Burke, protesta por no haber sido consultado y expresa con gran detalle de motivos sus reservas frente a la aparente decisión.

Días después, en el encuentro con los neocatecumenales, el Papa volvió a elogiar su Camino y sus textos catequéticos, pero no se refirió explícitamente a la aprobación de su liturgia.
En todo caso, sacar a la luz esta carta privada de un cardenal de la Curia vaticana que se opone a una aparente decisión del Papa es una jugada muy fuerte. Los «topos» están subiendo sus apuestas.