«No excluyo que en el ánimo del Papa, a pesar de la tranquilidad que muestra exteriormente, exista ese sentimiento que incluso Jesús explicó: la indignación».

Son casi las tres de la tarde cuando el cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Pontificio Consejo de la Cultura, sale jadeante de los pabellones de la Fiera Milanocity, donde ha pronunciado la ponencia inicial del convenio teológico-pastoral que ayer abrió el VII Encuentro Mundial de las Familias, para luego comparecer en rueda de prensa y para terminar conceder numerosas entrevistas individuales.

«Jesús conoce las ansias y las tensiones de las familias, incluso las de aquéllas con hijos difíciles con comportamientos inexplicables» recordó en la ponencia de la mañana.

- En el fondo lo que ha sucedido con el arresto del ayudante de cámara, ha afectado precisamente a la «familia» pontificia, la familia del Papa.

La familia representa una parte fundamental de la religión, es un modelo que define la iglesia misma. Desde este punto de vista podemos entender de que modo el esplendor humano y la miseria también humana, que emergen en la historia de la familia, están presentes también en la familia de la Iglesia.

- Seguramente hay problemas, no lo niego. Por otra parte la historicidad nos cubre de polvo, sin duda alguna. A veces puede ser que se camine sobre el barro, siempre ha sido así, de alguna manera es inevitable.

Por otra parte, en la experiencia misma de Jesús ha habido un tratamiento clamoroso por parte de una persona cercana a él, y estamos hablando de algo muy grave, me parece, si se compara con la crónica de estos días. Dicho esto, se ha hecho y se sigue haciendo excesivo énfasis que termina por poner en circulación una imagen de la Santa Sede que no corresponde a la realidad.

-- Desgraciadamente el método normal de la comunicación se basa todo en el exceso, existe una mitificación de los fenómenos. Recorriendo el mundo, hablando con muchos jóvenes, incluso no creyentes, he encontrado en cambio atención y disponibilidad al diálogo y he podido de este modo darme cuenta de que existe una mitificación en torno a la Iglesia que no corresponde a la realidad.

- Tengo que decir que su actitud sinceramente me impresiona. Hace poco que lo he visto. Se muestra sereno, tranquilo, y yo siempre lo he conocido así, al contrario de algunos clichés mediáticos.

Pero no excluyo que en su ánimo pueda existir ese sentimiento que Jesús mismo explicó, la indignación. Que no es ni ira ni cólera. La mía es una interpretación, el Papa nunca deja que se note, todos reconocen que está sereno. Pero la suya no es la serenidad de quien ignora el mal, sin duda alguna las cosas las sabe y tiene un sentido moral muy fuerte.