El cardenal sirio Ignacio Moussa I Daoud murió en la mañana de este Sábado Santo a los 81 años de edad, tras haber sido obispo de El Cairo, arzobispo de Homs (la ciudad hoy centro de combates en Siria), patriarca de Antioquía y prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, adonde le llamó Juan Pablo II en 2000, siendo confirmado en el cargo por Benedicto XVI hasta su retiro por edad en 2007.

Tras conocer la noticia, el Papa se retiró a orar por él y dirigió al actual patriarca, Ignacio Youssef III Younan, un telegrama de condolencia donde recuerda con especial afecto "a los pueblos de la región que viven momentos difíciles" y evoca que el cardenal Moussa "se dedicó con fe y generosidad al servicio del pueblo de Dios".