La forma en que ha afectado el terremoto del 6 de febrero a Turquía y a Siria es distinta. Turquía ha recibido ayudas de algunos países amigos, y de ONGs que pueden operar con cierta libertad, y ayuda en especie que llega por las vías habituales.

En cambio, Siria no sólo está debilitada por muchos años de guerra civil, sino por las sanciones internacionales contra el régimen de Al Assad que dificultan la llegada de ayuda y muchos productos internacionales.

Así, tras el terremoto, las ayudas, rescates y prevenciones contra enfermedades en las zonas de Siria afectadas han sido más escasas que en Turquía.

En este contexto se inscribe el gesto de la Limosnería Apostólica vaticana (la caridad del Papa) que ha enviado este martes y miércoles aviones con 10.000 medicamentos, que llegan a Turquía y se distribuirán por las zonas afectadas de ambos países fronterizos, tanto por Turquía como por Siria, a través de la red asistencial que ya tiene la Iglesia.

Además, los obispos italianos han organizado una recogida de fondos para seguir ayudando a las poblaciones de ambos países dañadas por el terremoto.

Los 10.000 medicamentos se adquirieron siguiendo las instrucciones de la embajada turca ante la Santa Sede, que está al tanto de la situación sobre el terreno.

"Enviamos la ayuda a través de aviones turcos", subraya el cardenal Konrad Krajewski, Limosnero del Papa, "prestando atención a la altura de los palés y al peso". Este cuidado es posible gracias a la ayuda de los voluntarios".

Casi 2 millones de desplazados por el terremoto

Ya después del terremoto que desplazó a casi 2 millones de personas en Turquía, la Limosnería se había movilizado para enviar no sólo medicamentos, sino sobre todo conservas como arroz y atún, camisetas térmicas, pañales y muchos otros materiales resistentes a las inclemencias del tiempo e incluso al frío. Al mismo tiempo, había comenzado la misión en Siria y Turquía del Prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales, monseñor Claudio Gugerotti.

Este pasado domingo se recogió una colecta especial en las parroquias italianas para destinarlas a las víctimas del terremoto, bajo la coordinación de la Conferencia Episcopal Italiana. Además, será posible seguir donando hasta el 30 de abril de 2023 a través de la cuenta corriente postal nº 347013, o mediante donación online a través de la página web www.caritas.it o transferencia bancaria especificando en el motivo de la donación "Terremoto Turquía-Siria 2023". Para hacer frente a las primeras necesidades urgentes, la Conferencia Episcopal Italiana ha realizado una primera asignación de 500.000 euros con cargo a los fondos 8xmille (lo que recauda a través del Estado, similar a la "crucecita" del IRPF en España.

Desde España es posible colaborar a través de la campaña de Cáritas con Siria.

Antes de la guerra civil, los cristianos de distintos ritos eran en Siria algo más del 10% de la población. La mayoría han escapado del país en estos 10 años de guerra.

En Turquía apenas viven unos 150.000 cristianos de distintos ritos e iglesias orientales, aunque ese número puede haber aumentado con refugiados de Siria e Irak, si bien éstos prefieren países de lengua árabe (el turco no se parece nada al árabe).