El atentado de Toulouse, Francia, contra una escuela judía ha sido firmemente condenado por el director de la sala de prensa de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi. Así mismo, los obispos franceses y muchos cristianos de Francia han expresado su rechazo a los hechos y expresado su solidaridad con las víctimas.

Un profesor de religión de 30 años, sus hijos de 3 y 6 años, y otra niña de 10 años, fueron asesinados este lunes por la mañana en Toulouse, por un tirador llegado en moto que emprendió la huida. Un joven de 17 años está grave.

Respondiendo a una pregunta de ZENIT, sobre el atentado de Toulouse, el padre Lombardi declaró: “El atentado de Toulouse contra un profesor y tres niños judíos es un acto horrible e ignominioso, que se suma a otros actos recientes de violencia absurda que han herido a Francia”.

El director de la sala de prensa de la Santa Sede condenó firmemente este atentado diciendo: “Suscita una profunda indignación y desasosiego y la más firme condena y execración especialmente por la edad y la inocencia de las jóvenes víctimas y porque se ha producido en una institución judía pacífica de educación”.

El padre Lombardi concluyó con estas palabras de solidaridad: “Como el arzobispo de Toulouse ya ha afirmado, expresamos a las familias de las víctimas y a la comunidad judía nuestra más viva participación, nuestra preocupación por este hecho horrible y nuestra solidaridad espiritual más profunda”.


Monseñor Robert Le Gall, arzobispo de Toulouse reaccionó inmediatamente desde Nueva York, donde precisamente participaba en un encuentro con responsables judíos, diciendo: “Tras el asesinato de los paracaidistas estos días últimos en Toulouse y Montauban, que ha afectado profundamente a nuestra región, se ha dado un paso más hacia el horror esta mañana con la muerte de cuatro personas, de las cuales tres eran niños, ante el colegio judío Ozar-Hatorah en el barrio de La Roseraie, en Toulouse”.

“Actualmente en Nueva York, después de tres días de encuentro con nuestros hermanos judíos, con una delegación de una decena de obispos presidida por el cardenal Vingt-Trois, nuestra emoción es muy grande. Expresamos a las familias afectadas por este horror nuestros sentimientos de profunda compasión y nuestra oración”, añade monseñor Le Gall.

Los obispos de Francia han expresado igualmente su indignación y la de los católicos de Francia: “Tras la matanza odiosamente perpetrada este lunes contra un profesor y varios niños ante un colegio judío de Toulouse, los católicos de Francia expresan su viva indignación ante esta violencia ciega que mira a personas sin defensa. A la espera de mayores precisiones concernientes al desarrollo de la investigación, compartiendo la emoción de las familias y de las comunidades afectadas, la Iglesia católica organiza un tiempo de oración”, indicó el portavoz de la Conferencia Episcopal Francesa, monseñor Bernard Podvin.

Precisó que tuvo lugar una oración en la catedral de Notre-Dame de París este lunes por la tarde, por las víctimas y en solidaridad con las familias y la comunidad judía, pero también por los paracaidistas “cobardemente asesinados hace unos días en Montauban y en Toulouse”.


El Consejo de Iglesias Cristianas en Francia (CECEF), copresidido por el pastor Claude Baty, presidente de la Federación protestante de Francia, por el metropolita Emmanuel, presidente de la Asamblea de Obispos ortodoxos de Francia, y por el cardenal André Vingt-Trois, presidente de la Conferencia de Obispos de Francia, “comparte el dolor de la comunidad judía por el fusilamiento mortal ante un colegio judío, en Toulouse, este 19 de marzo”.

El CECEF expresa “toda su solidaridad a las familias de las víctimas, a los alumnos y alos profesores del centro escolar”.

“El horror de este acto, como la abyección de los asesinatos de los paracaidistas en Montauban y en Toulouse estos últimos días, impulsa a los cristianos a unirse a las familias y a las diferentes comunidades afectadas por estos hechos en la oración”, escribe los representantes de los cristianos de Francia.

Expresan el deseo de que “la concordia no sea debilitada por estos actos de una violencia extrema”: “Conservémosla firmemente arraigada en los valores de respeto y fraternidad, fundamentos de la sociedad francesa”.


La comunidad judía ha recibido numerosos testimonios de solidaridad por parte de la Iglesia católica y en especial de “comunidades educativas de los centros de enseñanza católica” que han expresado “su profunda emoción tras la tragedia que acaba de golpear a la escuela Ozar-Hatorah de Toulouse” y “ su simpatía hacia todos los han sido trágicamente afectados por este drama”.

“Aportan su apoyo a la comunidad judía y denuncian con la más grande firmeza este acto criminal”, añade el comunicado.

Los centros de enseñanza católica franceses fueron invitados a unirse al llamamiento lanzado por el presidente de la República, observando un minuto de silencio este martes.

“Esta manifestación de recogimiento podrá también ser acompañada de un tiempo de intercambio con los jóvenes”, concluía el comunicado de la enseñanza católica de Francia.