El portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, denunció hoy la existencia de una especie de "WikiLeaks" o filtración de documentos vaticanos que, según su opinión, intentan desacreditar a la Iglesia.
"Hoy tenemos que tener todos temple, porque nadie se puede sorprender de nada. La administración americana ha tenido "Wikileaks" y el Vaticano tiene ahora su "leaks", sus filtraciones de documentos, que tienden a crear confusión y desconcierto y a ofrecer una mala imagen del Vaticano y del gobierno de la Iglesia", afirmó Lombardi en una nota que publica hoy Radio Vaticano.
El portavoz se refería a la filtración de documentos vaticanos a medios de comunicación italianos sobre duros enfrentamientos entre miembros de la Curia, la preparación de un supuesto atentado contra Benedicto XVI y la gestión del IOR, el banco vaticano.
Lombardi afirmó que quien crea que con estas filtraciones desanima al Papa y la renovación de la Iglesia "se equivoca y se engaña", y pidió "calma y sangre fría" y mucho uso de razón, de la que -subraya- "falta en muchos medios de comunicación".
Asimismo señala que se trata de documentos de naturaleza diferente, de épocas diferentes, apuntes sobre cuestiones jurídicas y sobre como se considera que puede ser mejor la gestión de "Governatorato", el gobierno que gestiona el Estado de la Ciudad del Vaticano, y que es normal que existan opiniones diferentes.
Lo grave, agrega el portavoz, es que si se mezclan todos se da una imagen "que crea confusión".
Según el portavoz, el objetivo de las filtraciones es el de desacreditar a la Iglesia en su compromiso de luchar contra la pederastia y garantizar la transparencia del funcionamiento de sus instituciones.
"Quienes crean que así se desalienta al Papa y a sus colaboradores en su compromiso de renovación se equivocan y se engañan", aseguró Lombardi.
En los últimos días medios italianos publicaron diferentes documentos internos del Vaticano.
El diario "Il Fatto Quotidiano" publicó uno sobre un supuesto complot para acabar con el Papa a finales de 2012 y señalaba que del mismo había hablado el cardenal de Palermo, Paolo Romeo, durante un viaje a China en noviembre de 2011.
Una cadena de televisión (La 7) publicó unas cartas enviadas por el actual nuncio en EEUU y exsecretario general del Governatorato, el arzobispo Carlo María Viganó, a Benedicto XVI en la que denunciaba la "corrupción y mala gestión" en la administración vaticana.