El portavoz de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, lamentó ayer la presencia del "obispo ilegitimo" Lei Shyin en la ordenación de Pietro Luo Xuegang como obispo coadjutor de la diócesis de Yibin en Sichuan (China), que cuenta con la aprobación de Roma.

El director de la Oficina de Prensa vaticana señaló que se trataba de "positivo" el hecho de consagrar un obispo (Pietro Luo Xuegang) en comunión con el Papa y con los obispos católicos del mundo, después de tres recientes ordenaciones episcopales sin el mandato pontificio realizadas en China.

El Gobierno chino forzó la asistencia a la ceremonia de ordenación celebrada este miércoles del obispo Lei Shiyin, presidente de la Iglesia Católica Patriótica (títere del Partido Comunista) y excomulgado por el Vaticano.

La participación en la misa del obispo ilegitimo Lei Shyin, "que se encuentra en la condición canónica de una persona excomulgada, no va en la misma dirección y suscita desaprobación y desconcierto por parte de los fieles", aseguró el portavoz vaticano, sobre todo porque Lei Shyin "ha tomado parte como obispo consagrante y ha celebrado la eucaristía".

"En situaciones ordinarias, la presencia del obispo Lei Shyin habría tenido que ser absolutamente excluida y hubiese comportado consecuencias canónicas para todos los otros participantes", declaró Lombardi ante los periodistas.

Asimismo el portavoz matizó que "en las presentes circunstancias es probable que los participantes no hayan podido impedir su presencia sin sufrir graves inconvenientes".

"En cualquier caso, la Santa Sede podrá evaluar mejor la cuestión en cuanto reciba información más detallada", concluyó.