“La gracia de Cristo nos ayuda a descubrir dentro de nosotros un deseo humano de la solidaridad y la vocación fundamental al amor”, dijo Benedicto XVI.
Benedicto XVI aseguró que las organizaciones de voluntariado católicas no pueden responder a todas las necesidades que se presentan, pero que esta realidad no debe desanimarles en su trabajo por los demás.
“Lo poco que logramos hacer para aliviar las necesidades humanas será una buena semilla que crecerá y dará mucho fruto, porque es un signo de la presencia de Cristo y del amor que, como el árbol del Evangelio, crece para dar cobijo, protección y fuerza a todos los que lo necesitan”.
En este encuentro de voluntarios participaron unos 160 representantes de las principales organizaciones de voluntariado católico de 25 países.