La Comisión Pontificia para la Protección de Menores celebró en Roma durante este fin de semana su asamblea plenaria, a cuya conclusión este domingo anunció la puesta en marcha de proyectos piloto en todo el mundo "para crear ambientes seguros y procesos transparentes a través de los cuales las personas que han sido abusadas puedan dar un paso adelante”. Además, en abril de 2019 se celebrarán conferencias de formación para obispos y responsables en Europa y en América.
Con motivo de este encuentro, el cardenal Sean O'Malley, presidente de la Comisión, fue entrevistado por Vatican News, donde recordó que una de sus responsabilidades "es tratar de escuchar a las víctimas": "Siempre estamos atentos a escuchar sus testimonios, que tanto aportan a nuestras deliberaciones y nuestros juicios", añadió, porque las "personas que han tenido la experiencia de sufrir este horror en sus vidas... pueden explicar las consecuencias y repercusiones que los abusos tienen sobre el individuo , la familia y toda la comunidad".
"Llevar la voz de las víctimas a todos los vértices de la Iglesia es crucial para hacer entender a todos la importancia para la Iglesia de dar respuestas de manera rápida y correcta a cada situación de abuso en cualquier momento que se manifieste", señaló el arzobispo de Boston, y "de modo particular a la luz de la situación actual": "Si la Iglesia es incapaz de responder con todo su corazón y hacer de este asunto una prioridad, todas nuestras otras actividades de evangelización, obras de caridad y educación se verán afectadas. Esta debe ser la prioridad en la que debemos enfocarnos ahora".
Como muestra de que la Santa Sede quiere tomar bajo su mano el control de la situación, O'Malley dijo que la comisión está desarrollando "instrumentos de verificación que puedan ser utilizados por las conferencias episcopales para medir la implementación y el cumplimiento de las mismas", y que, "cuando los obispos lleguen a Roma con ocasión de las visitas ad limina, puedan demostrar cómo han podido poner en práctica estas líneas guía que cada Conferencia Episcopal ha realizado por encargo de la Santa Sede y del propio Santo Padre".