si aceptan unos puntos doctrinales fundamentales que los separan de la Iglesia católica, y que están recogidos en un documento reservado denominado “Preámbulo doctrinal", según ha comunicado el portavoz del Vaticano, padre Lombardi, a los medios de comunicación.
Ha sido durante una “animada y cordial” reunión a puerta cerrada entre el sucesor de Marcel Lefebvre, Bernard Fellay, y el cardenal William Levada, encargado del diálogo en el Vaticano.
El documento establece algunos principios doctrinales y criterios de interpretación de la doctrina católica y deja un margen para una discusión legítima de expresiones particulares del Concilio Vaticano II y del Magisterio sucesivo.
Si los lefebvrianos aceptarán estas condiciones impuestas por la Santa Sede para recuperar la unidad eclesial, el Vaticano daría forma a una fórmula jurídica más acorde con las necesidades de los lefebvrianos.
El cardenal Levada les ha propuesto convertirse en prelatura personal. Se trata de una fórmula jurídica muy flexible para dar cabida a instituciones de la Iglesia católica de carácter secular y jerárquico.
Es una circunscripción presidida por un prelado que no se basa en criterios geográficos sino en la atención de una necesidad pastoral concreta de sus miembros.
Los lefebvrianos deberán responder a la generosa oferta del Vaticano en un plazo de pocos meses.
En la nota vaticana se afirma que la Congregación para la Doctrina de la Fe considera como "base fundamental para conseguir la plena reconciliación" el que la Fraternidad acepte el texto del "Preámbulo Doctrinal" que fue consignado durante el encuentro de esta mañana, documento que enuncia.
A continuación les ofrecemos el comunicado dado a conocer por la Santa Sede después del encuentro.
El 14 de septiembre de 2011 se reunieron en la sede de la Congregación para la Doctrina de la Fe, su eminencia reverendísima el cardenal William Levada, Prefecto de la misma Congregación y presidente de la Comisión Pontificia Ecclesia Dei, su excelencia monseñor Luis Ladaria, S.I., Secretario de la misma Congregación, monseñor Guido Pozzo, secretario de la Comisión Pontificia Ecclesia Dei, con su excelencia monseñor Bernard Fellay, superior general de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, y los reverendos Niklaus Pfluger y Alain-Marc Nély, respectivamente primer y segundo asistente general de la misma.
Después de la petición dirigida por el superior general de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, el 15 de diciembre de 2008, a Su Santidad el Papa Benedicto XVI, el Santo Padre había decidido levantar la excomunión a los cuatro obispos consagrados por el arzobispo Lefebvre y, al mismo tiempo abrir conversaciones doctrinales con la mencionada Fraternidad, con el fin de aclarar los problemas de orden doctrinal y alcanzar la superación de la fractura existente. De acuerdo con las disposiciones del Santo Padre, una comisión mixta de estudio, compuesta por expertos de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X y por expertos de la Congregación para la Doctrina de la Fe, se reunió unas 8 veces. Dichas reuniones, que tuvieron lugar en Roma entre el mes de octubre de 2009 y el mes de abril de 2011, que tenían el objetivo de exponer y profundizar las dificultades doctrinales esenciales sobre los temas controvertidos, han alcanzado los objetivos de aclarar las respectivas posiciones y motivaciones relacionadas.
Incluso teniendo en cuenta las preocupaciones y las inquietudes planteadas por la Fraternidad Sacerdotal San Pío X en orden a la custodia de la integridad de la fe católica frente a la hermenéutica de la ruptura del Concilio Vaticano II respecto a la Tradición, que mencionó el Papa Benedicto XVI en el Discurso a la Curia Romana (22-XII-2005), la Congregación para la Doctrina de la Fe considera como base fundamental, para conseguir la plena reconciliación con la Sede Apostólica, la aceptación del texto del Preámbulo Doctrinal que fue consignado durante el encuentro del 14 de septiembre de 2011. Tal Preámbulo enuncia algunos principios doctrinales y los criterios de interpretación de la doctrina católica, necesarios para garantizar la fidelidad al Magisterio de la Iglesia y el “sentire cum Ecclesia”, dejando al mismo tiempo, a la legítima discusión, el estudio y la explicación teológica de las expresiones individuales o formulaciones presentes en los documentos del Concilio Vaticano II y del Magisterio sucesivo.
En la misma reunión, se propusieron algunos elementos de una solución canónica para la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, después de la eventual y esperada reconciliación.